El 2 de noviembre se cumplió un año del debut de la Línea 6 del Metro, que une a Cerrillos y Providencia y beneficia a 1,1 millones de habitantes de siete comunas. El servicio, que posee 10 estaciones en sus 15 kilómetros de extensión, transportó en su primer año de funcionamiento más de 34 millones de pasajeros.
Aunque desde Metro destacan que el servicio ha permitido descongestionar ciertos puntos de la red, como estación Los Héroes, Estación Central y Baquedano, lo cierto es que 4 de cada 10 pasajeros sigue viajando por el principal trazado del subterráneo.
Mientras los traslados por la Línea 6 representa un 5% del total de usuarios que se contabilizan en toda la red de Metro, que llegó a 597 millones de pasajeros a octubre de este año, la Línea 1, recorrido que une las estaciones San Pablo con Los Dominicos, acapara el 39% de los traslados, con una participación en el total que permanece prácticamente invariable en últimos años, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
En 2017, la Línea 1 tuvo los niveles de afluencia más altos de la historia con 270 millones de validaciones, 10 millones de traslados más que en 2016, que significó un alza de 4%. ¿Cuál ha sido el real impacto de la Línea 6?
"A un año de funcionamiento, Línea 6 ha transportado más de 37 millones de pasajeros, lo que supera nuestras proyecciones para el 2018. Su puesta en servicio no solo nos ha permitido aumentar nuestra oferta de transportes, sino que también descongestionar ciertos puntos de la red", señalaron desde Metro.
Los expertos coinciden que descongestionar la Línea 1 del Metro no era el principal objetivo de la Línea 6, sí en cambio, sumar pasajeros. Bajo esa premisa, el trazado estaría cumpliendo las expectativas, pues a octubre de este año, la red registra un aumento de 6,1% de la afluencia respecto al año pasado.
Carlos Melo, académico de la U. San Sebastián y exsubsecretario de Transportes, comenta que la afluencia de la Línea 6 es absolutamente consistente con las proyecciones que se hacían cuando se modeló el proyecto y que el principal foco de este trazado era dar una conexión directa para una zona que estaba muy desconectada como Cerrillos.
"También tenía un impacto de descongestión en la Línea 1, pero mucho menor al que tiene la Línea 3", dice. En este sentido, agrega que de esta última línea sí se espera que "directamente descongestione la Línea 1"
El director del Centro de Innovación en Transporte y Logística de la Universidad Diego Portales (UDP), Franco Basso, dice que sí es el rol central de la Línea 7, que debería estar lista el 2026, descongestionar la Línea 1.
¿Se debería haber optado primero por la Línea 7? "Me parece bien primero la Línea 6 y luego la Línea 7", responde. "La Línea 1 está funcionando con casi 40 mil pasajeros hora-sentido, que es la capacidad de diseño máximo, por eso la Línea 7 es absolutamente necesaria para poder haber anunciado las Líneas 8 y 9.
Pero para la Línea 6 me parece que había espacio todavía para hacerla antes de una paralela a la Línea 1", indica. Eso sí, recala, "ya no hay más espacio para hacer otra línea y por eso fue necesario anunciar la 7 antes de pensar otra como la 8 y la 9".
Las cifras del INE indican que a un año de funcionamiento de la Línea 6, la participación de la Línea 1 pasó de 39,5% en 2017 a 38,6% a septiembre de 2018, la Línea 2 de 18% a 16,8%, la Línea 4 de 17,3% a 16,5%, la Línea 4A de 3% a 2,8% y la Línea 5 de 21,4% a 20%.
Desde Metro, dicen que hoy han disminuido los tiempos de desplazamiento de los pasajeros y que la puesta en servicio de Línea 6 ha permitido que en Baquedano (combinación entre Línea 5 y Línea 1) los controles de flujo de pasajeros (contenciones) que se realizan hacia los andenes durante los horarios punta bajen en 50%.
El mismo efecto ha tenido sobre Línea 2, que se ha descongestionado en 10% promedio, mientras la densidad de Línea 5 se ha reducido en 7%.