Antofagasta Minerals presentará plan de cierre para Minera Zaldívar: “Esperamos que no sea necesario implementarlo”
El presidente ejecutivo de la minera del grupo Luksic, Iván Arriagada, adelanta cómo viene el 2025, donde los esfuerzos por conseguir la continuidad operacional de Zaldívar, que emplea a cerca de 4.000 personas, concentran su preocupación. “Es sumamente importante que podamos obtener una respuesta de la autoridad”, enfatiza.
La minera del grupo Luksic se prepara para ser la segunda firma en Chile con la mayor inversión en 2025 en su sector, la que estará dentro de un rango de US$3.500 millones a US$3.900 millones. Sólo sería superada por Codelco, que prevé invertir US$5.000 millones en sus proyectos estructurales.
¿Cuáles son los focos de Antofagasta Minerals? Continuar con Nueva Centinela, un proyecto de US$4.000 millones, para dotar de una segunda concentradora a la operación ubicada en Sierra Gorda. Además, avanzar con las obras de expansión para la desaladora de Los Pelambres, y para el nuevo concentraducto. Iniciativas que suman otros US$2.000 millones, y que tardarán cerca de tres años en completar su construcción.
Pero la minera también tiene otros US$1.200 millones presupuestados para Minera Zaldívar, donde se emplea a 4.000 trabajadores en forma directa e indirecta. ¿El problema? Su permiso vence en mayo próximo.
El presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada, resume así la estrategia de la firma: “Nuestro plan de desarrollo consiste en terminar la construcción de estos dos proyectos que estamos empezando, pero también en la continuidad de Minera Zaldívar”.
La firma ingresó una segunda adenda al proyecto con la cual esperan conseguir un permiso transitorio para continuar trayendo agua desde la misma fuente actual. El trámite empezó en junio de 2023, a dos años del vencimiento de su permiso, pero los estudios venían en desarrollo desde antes.
¿Qué expectativa tienen de conseguir la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en el tiempo que resta?
-Zaldívar tiene una vida útil hasta el año 2050, pero con un periodo de transición donde por tres años, y sólo por tres años, continuemos trayendo agua de la fuente actual y eso nos permite básicamente conectar con nuestro proyecto de largo plazo, en que estamos terminando de evaluar una solución, ya sea agua de mar sin desalar, o si no, alguna fuente alternativa. En esta adenda están incluidas las respuestas a los comentarios que ha hecho la autoridad. Hemos trabajado con los organismos públicos para que se revisen y se acojan favorablemente. Ahora, aquí estamos trabajando contra el tiempo. Efectivamente quedan sólo seis meses para el vencimiento del permiso, por lo tanto, la diligencia en la revisión es sumamente importante.
Si no logran tener la RCA antes del vencimiento, ¿cuáles son las opciones?
-No hay muchas. Si es que expira el permiso, tenemos que proceder a hacer un cierre y eso es lo que queremos evitar. Creemos que es evitable, pero estamos ingresando un permiso de cierre temporal ante el Sernageomin.
¿Cuándo lo están ingresando?
-Dentro de los próximos cinco días. Evidentemente, si llegamos a mayo y no tenemos el permiso aprobado, tenemos que tomar una serie de medidas que están contenidas en este plan. Ahora, nosotros esperamos que no sea necesario implementarlo. Nuestro objetivo es justamente lograr la continuidad. Tenemos un caso sólido, robusto, para poder seguir operando y hacer esta transición.
Los cambios de esta adenda, ¿alcanzan a ser evaluados en seis meses?
-Sí, porque el permiso original fue ingresado el año 2023. Aquí ha habido varias iteraciones en la evaluación de este proyecto. La autoridad debe responder en los plazos que están establecidos en la propia ley. Debemos estar bastante más cerca de poder satisfacer los requerimientos medioambientales de la autoridad.
Ingresó en junio de 2023. ¿Era un tiempo razonable?
-Sí, en general el sistema de permiso puede ser más efectivo y eficiente en términos de los plazos de tramitación. Aquí tenemos un caso muy concreto donde el permiso vence en mayo del 2025. Por lo tanto, vamos a confirmar si es posible obtener dentro de los plazos la respuesta que estamos buscando. Ahora, debo decir que nosotros ingresamos el primer permiso de continuidad el año 2018. Ese estudio inicial fue evaluado en función de las discusiones con la autoridad, decidimos sacarlo y reemplazarlo por uno nuevo, que se hace cargo de muchos de los temas que fueron planteados.
Entonces, ¿debió haber sido más expedita la revisión de esta RCA?
-Obviamente que tener respuestas más oportunas a los estudios de impacto ambiental es deseable y es algo con lo cual existe acuerdo. Las reformas que se han propuesto al Servicio de Evaluación Ambiental y el otorgamiento de permisos sectoriales van en esa dirección. Indudablemente que en este caso ha pasado un tiempo importante. Ya estamos en la etapa final, trabajando contra el tiempo, y es muy importante que esto se resuelva antes de mayo. Esperamos que así sea.
Efecto Trump
Arriagada comenta el devenir de la firma en dos países donde están presentes: en Perú, donde la minera ingresó hace un año a Buenaventura; y en EE.UU., donde tiene desde 2015 el proyecto de cobre, níquel y cobalto Twin Metals, que ha tenido problemas.
“Perú nos ha parecido siempre una jurisdicción minera atractiva, culturalmente además tenemos cierta cercanía en idioma e idiosincrasia. Tenemos un equipo y estamos haciendo exploración en algunos objetivos. También hemos estado trabajando en conocer la cartera de operaciones y de proyectos que tiene Buenaventura”.
¿Cómo va ese conocimiento?
-Hemos tenido un buen avance, tenemos una relación de trabajo cordial, tanto en el directorio como con la administración, y creo que perseguimos un objetivo común, que es buscar aquellas mejores oportunidades para que Buenaventura pueda seguir creciendo.
Donald Trump dijo que quería acelerar la aprobación de proyectos por cerca de US$1.000 millones en EE.UU. ¿Eso genera expectativa sobre Twin Metals?
-Llevamos varios años con el objetivo de poder desarrollar Twin Metals. No hemos todavía sometido a aprobación el proyecto, porque cuando lo hicimos tuvimos un revés con las licencias mineras. Este es un proyecto cuyo desarrollo, por el tamaño que tiene, va a tomar varios años. Ahora, indudablemente que el gobierno americano electo ha manifestado ser procrecimiento e inversión, y eso es positivo, pero no conocemos en detalle todavía cómo se va a implementar.
En las licencias hay un litigio con el gobierno federal. ¿Esperan que se pueda resolver con la nueva administración?
-Efectivamente, tenemos algunas licencias que están en litigio con el gobierno, y yo diría que es prematuro decirlo, tendremos que ver una vez que se instale la nueva administración.
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