Codelco, la mayor productora de cobre a nivel mundial, informó sus resultados obtenidos en 2022. Las cifras indican que los excedentes generados por la minera estatal chilena, y que van a las arcas fiscales, llegaron a US$2.746 millones en el ejercicio. La cifra marca un descenso del 62,9% en relación a los US$7.394 millones logrados en 2021. Una caída de US$4.648 millones en doce meses.

Según explicó el presidente ejecutivo de la estatal, André Sougarret, el menor aporte “se debe principalmente a la caída 13,8% en el precio de realización (de las ventas)”, así como a las menores ventas de cobre y sus subproductos, además del incremento en los precios de producción y el menor resultado de las filiales.

En concreto, la producción de cobre fino de Codelco llegó a las 1.445.622 mil toneladas en el ejercicio, anotando una caída del 10,7% frente al periodo previo. Al respecto, Sougarret afirmó que existen “razones estructurales”, como atrasos en proyectos, que explican cerca de un 24% de la menor producción, y el resto se debe a dificultades en la continuidad operacional en otras faenas productivas de la minera.

En esa línea, puntualizó en la menor ley del mineral en la división Ministro Hales, sumado a una menor recuperación de cobre “debido a un cambios en la secuencia de explotación minera”, derivadas de la caída de pared oeste que afectó a dicha faena en noviembre de 2021, y, por otro lado, en una reducción de la actividad y una menor recuperación de las plantas concentradoras en las divisiones Chuquicamata y El Teniente.

En el caso de Chuquicamata, Sougarret mencionó que el desplome de un domo “significó restricciones en lo que es la extracción de mineral, particularmente en lo que es la mina subterránea”.

La menor producción lastró los aportes de Codelco al Fisco, que llegaron a US$2.301, cayendo 58,7%. El resultado refleja lo adelantado por el presidente del directorio de la cuprera, Máximo Pacheco, en entrevista con Pulso en octubre pasado. Sin embargo, también se ubicaron por debajo de la contribución a las arcas fiscales que realizó otra empresa minera, como SQM.

Según las estimaciones de la minera no metálica, sus pagos al Fisco -tanto por concepto de impuesto de primera categoría como por el arrendamiento del salar de Atacama- se empinaron hasta los US$5.000 millones en el mismo ejercicio.

Con todo, el máximo ejecutivo de la cuprera estatal reconoció que el 2022 “fue un año muy difícil, complejo en muchas actividades, en un período que hemos denominado de transición, entre el desarrollo de proyectos estructurales y el avance de nuestras operaciones”.

El presidente ejecutivo de Codelco, eso sí, puso en contexto los resultados de la estatal chilena, asegurando que “en total, la industria minera en nuestro país ha tenido una merma de producción en torno al 5%”.

Hacia adelante, las estimaciones de la estatal apuntan a recuperar los niveles históricos de producción, conseguidos en 2021, de 1,7 millones de toneladas de cobre fino. Pero no sería en el corto plazo.

En ese sentido, Sougarret recordó que las actividades de fundición de Codelco se han visto mermadas por las contingencias en la división Ventanas y las mermas productivas en Chuquicamata. Al respecto, señaló que la estatal está “recuperando nuestra capacidad productiva” en Caletones, perteneciente a la división El Teniente, donde las captaciones de emisiones de los últimos años han superado la normativa ambiental de 2013 (95% de captura de azufre y arsénico).

A ello sumó la incorporación de dos unidades de la fundición en Chuquicamata, donde el horno flash y la caldera comenzaron un período de mantención de 135 días en noviembre pasado. Según detalló Sougarret, con el proceso de retomar las operaciones en dicha fundición, previsto para la primera quincena de abril, “vamos a recuperar capacidades que tuvimos en los últimos dos años, en torno a 1,7 millones de toneladas”.

Sin embargo, a la hora de poner plazos, señaló que “al finalizar esta década estaríamos reestableciendo nuestra capacidad productiva, y obviamente con la aspiración de seguir creciendo y desarrollando nuestras importantes reservas mineras”.

Uno de los proyectos estructurales que tuvo complicaciones durante 2022 fue Rajo Inca. La iniciativa que busca expandir la vida útil de la división Salvador, sufrió un importante retraso y cerró el año con un 42,6% de avance total. La demora en las faenas de prestripping -movimiento de tierras estériles- es adjudicada al consorcio CBM, conformado por la chilena Movitec y la estatal bielorrusa Belaz, y que hasta el 1 de febrero pasado ejecutaba dichas labores.

Tras rescindir el contrato a CBM, Codelco asignará el contrato a un nuevo operador en los próximos días, comentó Sougarret, pero en paralelo la cuprera estatal destinará “en las próximas semanas” equipos propios, tras reacondicionar camiones de alto tonelaje que operaban en Chuquicamata, además de reconvertir equipos que se desempeñaban en la mina subterránea del mismo yacimiento.

“Eso, en conjunto con un nuevo operador, nos va a permitir recuperar en parte el atraso que tenemos en la apertura de esta mina, y esperamos terminar todas las intervenciones de la planta hacia finales de este año”, detalló el presidente ejecutivo. Agregó que al incorporar la extracción desde Rajo Inca, la capacidad productiva de la división se estima que llegará a en torno a las 90 mil toneladas de cobre fino “en los próximos años” en Salvador.