Tras la fuerte ola de ventas que golpeó a Apple y a los mercados del mundo, los inversionistas le dieron un respiro al fabricante de iPhone este viernes y se encamina a despedir la sesión con alza de casi 4% en Wall Street.
Apple vivió ayer su peor jornada desde el 24 de enero de 2013, con una pérdida diaria de casi 10%. Tras el desplome, con el que perdió más de US$ 70.000 millones en patrimonio bursátil, las acciones de la compañía operan con ganancias de 3,95% hasta los US$147.
Con este aumento, la empresa sumó unos US$27.000 millones en capitalización bursátil.
Pese a esta alza, la firma de Cupertino permanece en el cuarto lugar de las empresas más grandes del mundo en bolsa, por debajo de Google, Amazon y Microsoft.
Apple informó al cierre de las operaciones del miércoles, que los resultados del último trimestre de 2018, correspondientes al primero de su año fiscal 2019, vienen peor de lo esperado. Tim Cook, CEO de la compañía, indicó que entre octubre y diciembre los ingresos de Apple serán de alrededor de US$84.000 millones, una reducción de las estimaciones previas de entre US$89.000 millones y US$ 93.000 millones.
Apple ya había sufrido duras caídas en el pasado, pero al parecer la situación actual es diferente. Claro porque por primera vez desde antes de la llegada del emblemático iPhone, la opinión que genera consenso en Wall Street es que los inversionistas deben evitar comprar acciones de la firma.
Según Bloomberg, quienes alguna vez fueron alcistas han moderado sus puntos de vista sobre la compañía tecnológica en las últimas semanas, según un análisis de datos de Bloomberg, y el jueves trajo consigo una erupción de rebajas de calificación por parte de analistas debido a que Apple redujo su proyección de ingresos por primera vez en casi 20 años.
Tras las rebajas solo 23 analistas tienen en la actualidad una calificación de "comprar" sobre las acciones de la empresa, lo que equivale al 48% de total, el menor porcentaje desde 2004 y por debajo de los 36 analistas de inicios de 2018.
Asimismo, hay una cifra récord de 23 firmas que se decantaron por una calificación de "mantener", un grupo que casi se ha triplicado desde comienzos del año pasado. Jefferies, Macquarie y Loop Capital figuran entre las compañías que rebajaron la calificación de las acciones.