Aprobación del acuerdo entre Latam, American Airlines e IAG escala a la Corte Suprema

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La Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet) anunció que ejercerá todos los recursos para revertir la decisión del TDLC, que autorizó con condiciones la alianza aérea. Acusan formación del mayor cartel de la industria. Latam está evaluando qué hacer, pero tampoco quedó conforme.


La decisión del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia de autorizar -con condiciones- el Joint Business Agreement (JBA) que firmaron Latam Airlines con American Airlines y el grupo IAG (British Airways e Iberia) no gustó del todo entre las partes y menos en quienes desde un comienzo se mostraron contrarios al negocio.

Es el caso de la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet), que a través de una declaración, junto con lamentar la decisión de organismo, anunció que "ejercerá los recursos que le entrega la ley para que la Corte Suprema revise la decisión del TDLC, y conociendo los antecedentes técnicos y económicos aportados por las partes, se pronuncie acerca de la legalidad del Acuerdo de Precios propuesto por las aerolíneas".

Cabe recordar que tras la decisión, dada a conocer el pasado miércoles, las partes tienen un plazo de 10 días hábiles para concurrir antes de Corte Suprema, con un recurso de reclamación, solicitando la revisión de la resolución, informó en su oportunidad la Fiscalía Nacional Económica (FNE).

Este rechazo era uno de los que se conocía de antemano. De hecho, fue la propia Achet la que hace casi tres años ingresó la consulta al TDLC para que se pronunciara sobre los acuerdos de operación conjunta anunciados por Latam, mostrándose contraria a la aprobación del negocio.

Ayer, el gremio reiteró que "no cabe duda que este acuerdo será sumamente perjudicial para la libre competencia y para la entrada de turistas al país". Esto, porque a juicio de la agrupación, la alianza "permitirá a estas aerolíneas controlar el 78% del mercado en la ruta desde Chile hacia Norteamérica y el 64% del mercado que une a nuestro país con Europa, autorizando la creación de un cartel totalmente indesafiable, siendo improbable que ingresen nuevos actores que puedan ofrecer competencia real y efectiva".

La secretaria general de Achet, Lorena Arriagada, sostuvo que "se está autorizando el cártel más grande que ha existido en la industria aérea y generará serios perjuicios para los consumidores y para el turismo nacional. A partir de hoy Latam, American Airlines, Iberia y British Airways van a fijar juntos los precios de los pasajes a Europa y Norteamérica, así como también sus demás políticas comerciales."

A juicio del gremio, quedó demostrado en la fase de consulta ante el TDLC que el negocio generará "graves perjuicios para el turismo nacional y los consumidores, principalmente por el altísimo riesgo de alza de los precios de los pasajes que impactará negativamente en la oferta y en la calidad del servicio".

Agregan que las medidas de mitigación que propuso el TDLC "son insuficientes, imposibles de fiscalizar eficientemente y fáciles de vulnerar por las líneas aéreas. No existen medidas de mitigación que realmente puedan evitar dichos riesgos. La única medida es la competencia", sentenciaron.

De hecho, el gremio dice en su declaración, no comprender lo resuelto por el organismo de libre competencia, en circunstancias que fue el propio tribunal quien señaló que "los riesgos que derivan de los acuerdos consultados superan a sus beneficios".

Empresas a la espera

Este fallo del TDLC tampoco dejó del todo conformes a las empresas en cuestión. Si bien la semana pasada, el CEO de Latam Airlines Enrique Cueto, manifestó que "esta decisión en principio es un precedente importante para la aviación comercial en nuestra región", fuentes de la compañía consultadas en su oportunidad por PULSO, expresaron su preocupación con el fallo, "porque estas condiciones son tremendamente duras, exigentes, requieren de un estudio mayor para interpretar el impacto que tienen.

Probablemente vamos a tener que hablar con el tribunal para hacer bien la interpretación y no equivocarnos, pero nuestra primera aproximación es de preocupación".

Parte de ese análisis, sostuvieron las mismas fuentes, implicaba evaluar la concurrencia ante la Corte Suprema. Sin embargo, hasta la fecha la compañía continúa analizando las posibles acciones a seguir.

En tanto, American Airlines y AIG estaban traduciendo el fallo para entender sus implicancias, contenido que debería estar clarificado esta semana para permitirle a los equipos técnicos interpretar el fallo y sus efectos sobre la viabilidad del acuerdo.

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