Las "manos más débiles" en el mayor mercado de bonos del mundo, los especuladores que pueden cambiar de posición en un abrir y cerrar de ojos, parecen tener un control mucho mayor de lo que se les atribuye.
Los fondos de cobertura no han mostrado señales de retroceder de sus apuestas contra los bonos del Tesoro de EEUU, incluso después de que los rendimientos se estabilizaron y cayeron a un rango en las últimas tres semanas. A veces conocidos como "inversores de momentum" o "dinero rápido", su compromiso inquebrantable con las apuestas en corto indica que la presión para obtener rendimientos más altos podría no desaparecer pronto.
Es un desaire para los alcistas de bonos, que no pudieron evitar entusiasmarse al ver una postura tan unilateral. Después de todo, cuando los especuladores acumularon una posición en corto neta récord en ese momento, en los futuros del Tesoro a 10 años a principios de 2017, frenéticamente cubrieron esas apuestas cuando el índice de referencia cayó casi 50 puntos básicos en cinco semanas. En otras palabras, su posicionamiento puede servir como un indicador contrario: cuando esos inversores esperan que los bonos se debiliten, el mercado generalmente termina subiendo.
Hasta ahora, sin embargo, eso no ha sucedido y demuestra cómo el aumento del déficit fiscal de EEUU, el aumento de las subastas del Tesoro y el alza de las tasas de la Reserva Federal -que Jeffrey Gundlach, de DoubleLine Capital, calificó de "cóctel bastante peligroso" esta semana- están cobrando su precio.
Aquellos que predicen rendimientos más bajos, como los estrategas de BMO Capital Markets y Citigroup Inc., dicen que solo bastará con un evento para desencadenar un rally. Y al igual que el mercado de rango estrecho cuestiona el caso argumento, también plantea dudas para los bajistas. El rendimiento de la nota a 10 años todavía no ha logrado traspasar por encima de su máximo intradía de enero de 2014. El máximo más reciente fue hace dos semanas.
Sin embargo, los especuladores no han titubeado. Su posición neta en corto en los futuros a 10 años en la semana hasta el 1 de mayo rozaba el récord establecido una semana antes.
Nomura proyecta que el rendimiento a 10 años aumentará a 3,25% para fin de año, mientras que BMO mantiene su predicción de un retorno al 2,4%. Citigroup considera que hay posibilidades de un rally a corto plazo a cerca del 2,7%.