A diario surgen críticas y defensas al manejo de la crisis que enfrenta el país, la cual ha llevado a la economía chilena a un profundo período recesivo, pero no en todos los análisis se plantean fórmulas correctivas para emerger de la condición actual. Este no es el caso del exministro José Pablo Arellano quien a través de su centro de pensamiento, la Corporación de Estudios para Latinoamérica (Cieplan), publicó el informe “Pandemia y debate constitucional”, donde aborda los aspectos positivos y negativos sobre la conducción de las crisis política y sanitaria, y plantealas materias institucionales cruciales que deben preocupar en una futura Convención.

El informe señala que las consecuencias económicas de la pandemia producto de las cuarentenas, el distanciamiento social y el temor de las personas, han sido muy severas, no obstante admite que el Estado ha estado en condiciones de apoyar a la ciudadanía y a frenar la profundización de la crisis debido a la fortaleza de nuestras finanzas públicas. “Gracias a que el Estado había construido en los años previos una situación sólida, ha sido posible echar mano a ahorros y endeudarse a bajo costo” agrega.

Al realizar un balance respecto de los aspectos positivos y negativos que han salido a la luz en esta pandemia, el economista concluye que para salir mejor parados “las instituciones y los liderazgos resultan fundamentales”. Y menciona,en particular, tres temas en los que se debe avanzar para salir mejor preparados de la crisis: la calidad de la política y el proceso legislativo; la falta de confianza en instituciones y liderazgos; y el respeto por los aspectos técnicos en el análisis y decisiones de políticas públicas.

La tarea es para el sector político: “Cuando estamos iniciando un proceso constituyente, es conveniente preguntarnos cómo logramos hacer más sólidas nuestras instituciones para conseguir un Estado más competente, mejorar la calidad de la política y la cohesión social”.

1.- Lentitud del proceso legislativo: Arellano advierte que los países “que han mostrado Estados más competentes, con mayor legitimidad de sus autoridades, con mayor cohesión, más confiados en decisiones técnicas que en consignas e ideologías, son los que han logrado aprovechar mejor los conocimientos científicos y tecnológicos, y con ello, reducir la letalidad y la crisis económica”.

Y para el caso específico de Chile critica la lentitud legislativa para sacar adelante proyectos urgentes en beneficio de la población”.

Por ello agrega que “en la discusión constitucional, debiera ocupar un lugar central la búsqueda de mecanismos que permitan mejorar la calidad de la política y del proceso legislativo”.

2.- Falta de confianza en instituciones y liderazgos: En su informe el economista precisa que “en todas las situaciones de dificultad y tensión -como catástrofes y pandemias- la cohesión social y la búsqueda de salidas con un objetivo compartido, resultan fundamentales”. Por eso plantea que las respuestas deben estar basadas en evidencia y conocimiento, y no en ideologías ni en la politización de las respuestas.

Entonces, y a propósito de la situación que arrastraba el país post estallido social, remarca que este es “un factor que nos hizo entrar a la crisis (pandemia) de manera debilitada”. Su sugerencia es para enfrentar la crisis con éxito, “se requiere de sacrificios y cambios de comportamiento”.

Por lo mismo sugiere que “el proceso constituyente y sus actores debieran proponerse contribuir a restablecer las confianzas”.Y en ese sentido destaca y reconoce como cruciales las facultades extraordinarias establecidas en la Constitución para el Presidente de la República, en alusión tanto a iniciativas de ley como para decretar estados de excepción.

3.- Respeto por los aspectos técnicos: el exdirector de Presupuestos, también le asigna un rol importante en esta pandemia al Banco Central (BC) y a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). “Ha habido una acción decidida del BC y de la CMF. Un BC con credibilidad y capacidad para dar una respuesta de política monetaria contundente, y una CMF que ha otorgado más solidez a órganos reguladores como este, modernizando su gobierno corporativo y así fortaleciendo las capacidades del Estado”.

Por ello, plantea que se deben acatar los análisis y decisiones de políticas públicas tanto de los organismos de salud, como de los técnicos en economía como las mencionadas. Porque advierte que cuando el análisis técnico y las decisiones de política se divorcian, los efectos son perjudiciales para todos los actores, y menciona como ejemplo la forma en que se han autorizado los retiros del 10% de las AFP, “con efectos muy negativos para el futuro, aun cuando, resulten muy populares en el corto plazo”.

También releva la unidad en la organización del Estado, alcomentar que “muy distinto habría sido la respuesta si la regionalización del Estado le diera autonomía a la red de salud regional”.