El mercado bursátil argentino se desplomó el martes arrastrado por las acciones energéticas, pese a que en la víspera había reaccionado favorablemente a las restricciones cambiarias decretadas por el gobierno del presidente Mauricio Macri para intentar detener la violenta depreciación de la moneda argentina, que terminó con un leve avance tras el impulso de ayer.

Al cierre en Chile, el indicador Merval de la Bolsa de Buenos Aires se derrumbó 11,9% a 23.079,32 unidades, su mínimo en dos años, en una caída que fue liderada por los papeles de la petrolera estatal YPF, con un desplome del 15,38%.

El peso argentino, en tanto, se apreció en la sesión 1,21% a 55,35 unidades por dólar. Hay "artillería (de la banca) oficial (con venta de divisas) en el segmento de contado que ejerce presión para generar la caída de la cotización del dólar mayorista (alza del peso)", dijo Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio, a Reuters.

Agentes del mercado bursátil indicaron que esta notoria debilidad estaba en línea con las bajas de otros mercados globales, con la particularidad de que el golpe es más notorio en Argentina por la crisis que afronta.

Macri anunció el domingo una serie de estrictos controles financieros para tratar de detener el derrumbe persistente del peso, en medio de una crisis de confianza por la incertidumbre política antes de las elecciones de octubre en Argentina.

Los mercados están expectantes sobre las medidas que podría tomar el candidato presidencial opositor Alberto Fernández para intentar revertir la contracción de la economía y una espiral inflacionaria que se ha agravado con el desplome del peso trasandino.

Fernández y su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, son considerados un riesgo por algunos inversores, que temen que Argentina pueda volver a las políticas intervencionistas que llevó adelante la exmandataria en sus gobiernos.

El riesgo país argentino, en tanto, mostró una notoria volatilidad el martes, lo que se reflejó en los valores dispares de la deuda soberana extrabursátil, en medio de las dudas que genera un plan de restricción cambiaria instrumentado para frenar la huida de capitales, dijeron operadores.

El indicador de la banca JP.Morgan pasó a estabilizarse en la zona de los 2.538 puntos básicos, aunque momentos antes de la apertura de los mercados en Buenos Aires alcanzó a rozar la zona de las 2.600 unidades y luego perforó la línea de los 2.500 puntos intradía.

Estos niveles son los más altos desde el 2005, cuando el país sudamericano estaba en plena reestructuración de deuda. Actualmente, el Gobierno también trabaja en la instrumentación de un "reperfilamiento" de vencimientos de letras a corto plazo.