Rechazada en los mercados financieros globales, Argentina busca cerca de US$5.000 millones para el próximo año de organismos multilaterales distintos al Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras negocia un programa de refinanciamiento más amplio con el prestamista con sede en Washington, según tres personas familiarizadas con los planes.
La Administración de Alberto Fernández está considerando instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las discusiones son privadas. Los planes se encuentran en las primeras etapas y el endeudamiento que se necesita es una aproximación que podría terminar siendo mayor o menor dependiendo de variables como los ingresos del Gobierno y las exportaciones, dijeron las personas.
Los fondos se utilizarían para lograr la sostenibilidad fiscal, a medida que la nación desarrolla un plan macroeconómico plurianual para presentarlo al FMI, dijeron las personas. El Gobierno de Fernández ha dicho que preferiría evitar pedir nuevos fondos al FMI mientras negocia posponer los pagos de cerca de US$45.000 millones de un programa fallido del Gobierno anterior. El acceso de la nación a los mercados de deuda globales es limitado después de un default de su deuda exterior en mayo y una restructuración de la deuda con bonistas privados tres meses después.
La oficina de prensa del Ministerio de Economía declinó hacer comentarios. Los equipos del Fondo y el Gobierno de Fernández “continúan teniendo un compromiso muy constructivo y cercano mientras las autoridades argentinas definen sus planes económicos”, dijo la oficina de prensa del FMI en un comunicado a Bloomberg News, prefiriendo no comentar sobre necesidades financieras específicas.
No está claro si los préstamos del BID y el Banco Mundial serán suficientes, y es posible que Argentina aún tenga que volver a acudir al FMI antes de que se negocie la totalidad del programa. Los créditos del BID a Argentina promediaron recientemente US$1.360 millones por año y los del Banco Mundial cerca de US$1.000 millones, menos de la mitad del financiamiento que Argentina planea buscar en 2021. Ambas instituciones concentran sus créditos en programas sociales, infraestructura o proyectos específicos durante años en lugar de cubrir necesidades fiscales a corto plazo.
Financiamiento de proyectos
Argentina está en conversaciones con el BID para el financiamiento de proyectos de infraestructura y también está negociando un crédito basado en políticas, un tipo de crédito que brinda financiamiento flexible para apoyar reformas, dijeron las personas. El BID está trabajando para respaldar la solicitud de Argentina. Richard Martínez, vicepresidente de países de la institución, está coordinando conversaciones entre el banco, Argentina y el FMI, según una de las personas.
Martínez, quien se unió al BID el mes pasado, conoce bien a los funcionarios del FMI por su trabajo como ministro de Economía y Finanzas de Ecuador durante los últimos dos años. En 2019, ese país negoció un programa de US$4.200 millones con el Fondo que era parte de un esfuerzo más amplio con casi US$2.000 millones más del BID, el Banco Mundial, el banco de desarrollo regional conocido como CAF y el Fondo Latinoamericano de Reservas. Ese programa del FMI se vio abrumado con el golpe de la pandemia y fue reemplazado a principios de este año.
“El BID continuará trabajando en estrecha colaboración con Argentina y el FMI a medida que avancen las discusiones”, dijo la oficina de prensa del banco en un comunicado, sin brindar más detalles.
Si Argentina solicita al Banco Mundial que aumente significativamente el apoyo a Argentina, cualquier decisión sería “evaluada sobre la base del marco macro en el momento de la solicitud, así como nuestra disponibilidad de recursos dadas las altas demandas que recibe la institución de parte de países de todo el mundo durante estos tiempos difíciles”, dijo Jordan Schwartz, director del banco para la nación.
El crédito que el Banco Mundial ha planeado para el próximo año se enfoca en la protección social para ayudar a los hogares pobres a lidiar con la pandemia, y en la expansión y mejora de la infraestructura, dijo Schwartz.
Como parte de sus negociaciones, Argentina ha solicitado al FMI un acuerdo de facilidades extendidas, un programa que permitiría al país un período de gracia de al menos cuatro años y medio para comenzar a pagar su deuda una vez que sea aprobado. Argentina busca alcanzar un acuerdo con el Fondo antes de abril.