Argentina acordó con el Banco del Pueblo de China una ampliación de un swap de monedas por US$1.700 millones que le permitirá, junto a un desembolso del Banco de Desarrollo Latinoamericano (CAF), pagar el vencimiento por US$2.700 millones al Fondo Monetario Internacional, informó este lunes el Gobierno.

El ministro de Economía, Sergio Massa, dijo que 20 de los 21 países miembros de toda la comunidad latinoamericana aprobaron un desembolso por US$1.000 millones que permitirá completar el pago sin hacer uso de las escasas reservas en dólares del país en el banco central.

“Quiero llevarles tranquilidad, Argentina no va a usar un solo dólar de sus reservas para pagar el vencimiento del día de hoy”, dijo Massa en un discurso televisado.

“Nuestro desafío es en este marco seguir cuidando las reservas, mantener el nivel de actividad y las importaciones de bienes intermedios y bienes terminados que son clave para el funcionamiento y la producción de la economía argentina”, explicó.

Argentina enfrenta una dura crisis económica, con una inflación que se proyecta en alrededor de 140%, déficit fiscal y caída de las reservas de su banco central. La escasez de dólares empeoró este año por una histórica sequía que provocó pérdidas por unos 20.000 millones de dólares.

El viernes el país anunció que alcanzó un acuerdo a nivel de staff con el FMI para destrabar un desembolso por US$7.500 millones en el marco de la quinta y sexta revisión del programa por US$44.000 millones.

El acuerdo, que aún necesita la aprobación del directorio del organismo, flexibiliza algunos requerimientos del programa debido a que una devastadora sequía creó una situación económica “muy desafiante” en Argentina, lo que provocó el incumplimiento de algunas metas financieras de fines de junio.

Para combatir la inflación y sostener la demanda de pesos, el FMI exigió que las autoridades aseguren que las tasas de interés se mantengan “suficientemente positivas en términos reales”.

Por otro lado, estableció una meta de acumulación de reservas más gradual, con un objetivo de alrededor de US$1.000 millones para fines de 2023, en comparación con la del objetivo previo de 8.000 millones establecido en marzo.

También acordó con Argentina que se reduzca la demanda de importaciones con nuevos impuestos para los bienes importados y que fortalezca el control en el gasto. El organismo mantuvo sin cambios la meta de déficit fiscal primario de 1,9% para 2023.