
Argentina pone fin a cepo cambiario tras seis años de restricción y Milei inicia nueva fase del plan económico
Tras acordar un nuevo crédito con el FMI, que implica US$ 15 mil millones de libre disponibilidad para este año, el gobierno trasandino flexibilizará las restricciones a las compras de dólares a partir de este lunes. El nuevo esquema incluye un sistema de banda cambiaria.

En lo que era una medida esperada con ansias por el mercado y formaba parte de su promesa de campaña, el gobierno argentino decidió poner fin al denominado cepo cambiario, una restricción que había sido adoptada hace seis años, que impedía la libre compra y venta de dólares en la economía transandina, y que limitaba las capacidades de crecimiento del país.
A través de un comunicado, el Banco Central de Argentina informó que a partir de este lunes las personas ya no tendrán más restricciones para comprar dólares al tipo de cambio oficial por primera vez desde 2019. De esta forma, se elimina el emblemático límite de los US$200 de acceso al mercado oficial de cambios para las personas, según explicó el equipo económico trasandino.
Para las empresas también se flexibiliza el mercado cambiario: podrán comprar dólares siempre que estén destinados a importar productos, entre otras medidas de relajo para compañías nacionales y extranjeras.
Sin embargo, el tipo de cambio tendrá límites iniciales para su libre flotación. El precio del dólar oficial flotará entre una banda de $1.000 y $1.400 argentinos y sus límites superior e inferior se ampliarán a un ritmo del 1% mensual. El Banco Central sólo podrá intervenir cuando el tipo de cambio vulnere el techo o el piso de la banda, en lo que se llama un régimen de flotación sucia, un esquema similar al usado por Chile en décadas anteriores.
Clave para esta decisión y para la actuación que deberá tener del emisor argentino, fue el acuerdo logrado entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) esta semana. El trato con el Fondo incluye un préstamo por US$20.000 millones, de los cuales US$ 15.000 millones de desembolsos serán de libre disponibilidad en 2025.
“El acuerdo con el Fondo nos va a permitir a partir del lunes terminar con el cepo cambiario que se puso en el 2019 y que limita el normal funcionamiento de la economía”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, en conferencia de prensa en la que también estuvo presente el viceministro de la cartera, el chileno José Luis Daza, entre otros miembros del equipo económico.
El acuerdo con el FMI implica, entre otras exigencias, nuevas metas de acumulación de reservas en el Banco Central. En la actualidad, las reservas netas son negativas (US$-4,9 mil millones) y deben llegar a US$ 4 mil millones hacia fin de año.

La nueva fase para Milei
El fin del cepo cambiario se convierte también en el inicio de la fase tres del programa de gobierno de Javier Milei, luego de haber consolidado un superávit de las cuentas fiscales y haber logrado bajar la inflación desde niveles del 25% mensual a alrededor del 3%. Sorpresivamente, sin embargo, los precios saltaron un 3,7% en marzo, su mayor variación mensual desde agosto del año pasado.
“Las medidas son muy positivas (...) La primera etapa del plan de estabilización estaba agotada y era necesario recalibrar el programa”, dijo a Clarín el economista argentino de la Universidad de Columbia, Miguel Kiguel.
“Los riesgos de esta transición no son menores. En Argentina, los movimientos del tipo de cambio nunca fueron fáciles, y menos en un año electoral y con un gobierno que todavía no consolidó su poder en el Congreso. En los próximos meses vamos a ver un aumento de la inflación y la actividad se va a enfriar. Pero las ganancias a mediano plazo son mayores, y en algún momento había que dar el paso”, añadió el economista argentino.
Durante el último año, muchos especialistas han alertado por los riesgos que implica levantar el cepo cambiario, dado los efectos inflacionarios que pudiera tener en la economía. Una abrupta devaluación y una nueva espiral de precios podría empañar los aplaudidos logros económicos alcanzados por el libertario durante su primer año de mandato, coinciden en Buenos Aires.
En 2024 Argentina registró un superávit público de 1,8% del PIB, la primera cifra azul desde 2010, una baja del riesgo país y la implementación del plan de la “motosierra” de desregulación económica, liderado por el ministro Federico Sturzenegger. Además, lejos de los vaticinios más pesimistas y pese al fuerte ajuste, la actividad económica trasandina tuvo una caída de sólo un 1,7% en 2024.
Pero la prueba de fuego para el comportamiento de la divisa tras el fin del cepo será este lunes. Antes de conocer la decisión del gobierno argentino de este viernes, Fausto Spotorno -exasesor económico de Javier Milei en 2024- dijo que salir de las amarras cambiarias en momentos de fuertes turbulencias económica mundial era un riesgo.

“Las actuales turbulencias mundiales podrían hacer más difícil la salida del cepo cambiario (...) Seguramente algún aumento de precios va a haber”, dijo Spotorno a Pulso al referirse a la posibilidad de salir de las restricciones cambiarias.
“Salir del cepo cambiario nunca es fácil. Hubo varias experiencias de control de capitales en países de Latinoamérica, incluido Chile, y siempre se salió con devaluación. Nunca fue fácil. Esto porque con los controles de capitales es fácil entrar, pero no es fácil salir. Es como una puerta giratoria: si la trabas, no sale nadie, pero tampoco entra nadie”, añadió el economista que formó parte del “Consejo de Asesores del Presidente” hasta julio de 2024 y hoy el director de OJF & Asociados y de la escuela de Negocios de UADE.
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