Argentina consiguió reestructurar 98,8% de su deuda de US$41.700 millones en bonos bajo legislación nacional, anunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, este viernes, una semana después del exitoso canje de títulos con acreedores del exterior.
“El 98,8% de la deuda que emitimos bajo ley argentina ha quedado reestructurado”, dijo Guzmán en una rueda de prensa, al presentar los resultados del proceso de adhesión temprana al canje que cerró este viernes.
“Todavía hay tiempo de adherir. No hay nadie que haya rechazado esta oferta”, añadió el ministro, al explicar que el plazo final para la reestructuración de esta deuda vence el próximo 15 de septiembre.
Para esta reestructuración, Argentina ofreció un canje de deuda en los mismos términos que acordó para los US$66.000 millones en bonos emitidos bajo ley extranjera, un proceso que terminó el 28 de agosto con una adhesión de 99%, luego de meses de duras negociaciones y una oferta del gobierno sensiblemente mejorada tras el rechazo de los acreedores a la primera propuesta.
Con esa negociación, Argentina acordó pagar 54,8 dólares por cada 100 emitidos, una cifra considerada sostenible por el Ejecutivo de Alberto Fernández.
“La sostenibilidad de la deuda en moneda extranjera ha quedado restaurada. Es un punto de partida para el proceso de tranquilizar a la economía argentina”, se felicitó Guzmán.
Tras la reestructuración de la deuda en moneda extranjera con acreedores privados, Argentina emprenderá ahora una negociación con el Fondo Monetario Internacional para un nuevo préstamo, en reemplazo del acuerdo stand-by suscrito en 2018 por US$57.000 millones.
De ese monto, Argentina solo recibió US$44.000 millones, pues el gobierno de centro-izquierda del presidente Fernández rechazó los desembolsos pendientes al asumir en diciembre pasado.
Hace dos semanas, el gobierno argentino lanzó formalmente las conversaciones con el FMI.
Este viernes, el ministro Guzmán aseguró que el nuevo acuerdo con el organismo multilateral será sometido a la votación del Congreso, a diferencia de como se realizó hace dos años bajo el mandato del liberal Mauricio Macri (2015-2019).
Los vencimientos del crédito del FMI comienzan en septiembre de 2021 y el pago se concentra en un periodo de dos años, una carga que el gobierno argentino considera insostenible.