Argentina y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acordaron el martes ampliar a casi US$ 5.000 millones entre 2022 y 2023 el financiamiento para el país austral, que atraviesa una crisis financiera.

Más de US$ 3.000 de esos millones llegarían este año a Argentina, que necesita divisas urgentemente para evitar una depreciación del peso en medio de una alta inflación, luego de las negociaciones que mantuvieron en Washington representantes del Ministerio de Economía y del BID, explicó una fuente del Gobierno.

“Hemos trazado un plan y hemos destrabado lo que estaba trabado”, dijo a periodistas el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, en alusión a recientes dudas sobre el financiamiento a Argentina, luego de un encuentro entre funcionarios de las dos partes.

Del total de US$ 3.000 millones, US$ 1.200 serían de libre disponibilidad y se desembolsarían en dos etapas: US$ 500 millones hasta el 30 de septiembre y US$ 700 millones hasta el 30 de diciembre, según la fuente del Gobierno argentino.

Por otro lado, en 2023 el organismo desembolsaría otros US$ 1.800 millones de dólares.

“Esta medida (...) nos permite mostrar la fortaleza que queremos que tenga en reservas nuestro banco central”, señaló el ministro argentino de Economía, Sergio Massa, tras la reunión con funcionarios del BID.

Argentina busca dejar atrás las fuertes turbulencias financieras que han llevado la previsión de inflación para este año a más del 90%, lo que ha golpeado el consumo y la actividad económica e incrementaría la pobreza por encima del 40% de la población.

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