Argentinos huyen de los depósitos bancarios tras descomunal recorte en las tasas de interés

Los bancos del sistema financiero de Argentina evidenciaban este martes una abrupta cancelación de depósitos en pesos como respuesta a la decisión del banco central (BCRA) de recortar abruptamente la tasa en el marco de una nueva política monetaria, dijeron a Reuters dos fuentes del sector.

Los ahorristas reciben ahora un 110% anual como máximo, contra el 133% previo por plazos fijos a 30 días, al tiempo que los bancos pueden movilizar los fondos al 100% por un día, frente al 133% anual por 28 días anteriores al eliminar las llamadas ‘Letras de Liquidez’ (“Leliq”) a cambio de los denominados ‘Repos’ o ‘Pases’ como nueva referencia del mercado.

“Es un cambio muy fuerte y el ahorrista pierde mucho contra la inflación. Salvo una necesidad manifiesta, pero no conviene inmovilizar plata por 30 días al 110%, cuando la inflación corre al 200% anual. Para ello, es preferible comprar bienes o invertir en otros activos”, dijo gerente financiero de la banca extranjera.

Operadores del mercado coincidieron en que parte de la liquidez se redirecciona a las acciones bursátiles o a los bonos soberanos, con otro porcentaje menor que dolariza carteras mediante los tradicionales circuitos electrónicos (“CCL” o “MEP”) o por el clásico informal o “dólar blue”.

“Es lógico que tengamos un menor nivel de renovación de plazos fijos (depósitos), ya no solo no interesa demasiado el nivel de tasas, sino que previo a las fiestas de fin de año más de uno (de los clientes) opta por usarlo (al dinero) en gastos (personales)”, comentó un agente de la banca privada nacional.

Por ser una tendencia propia del día, aún no estaban disponibles datos oficiales con la movilidad de los depósitos bancarios.

El economista libertario Javier Milei asumió una semana atrás con la premisa de atacar el déficit fiscal y eliminar el negocio de las “Leliq” por considerarlas inflacionarias a raíz de la constante emisión que obligaba a procesar al BCRA.

El BCRA viene de ejercer una devaluación histórica del 54,2% en el vapuleado peso argentino, lo que produjo una fuerte licuación de activos en la comparativa frente al dólar.