Los argentinos han retirado un poco más de US$1.000 millones en depósitos en dólares del sistema bancario del país durante las últimas siete semanas, al tiempo que el gobierno lucha por convencerlos de que su moneda se estabilizará.
Los ahorristas comenzaron a sacar sus dólares de las cuentas bancarias a un ritmo vertiginoso cuando el exministro de Economía Martín Guzmán, renunció el 2 de julio, lo que hundió al gobierno en una crisis más profunda. A su llegada, el tercer ministro de Economía de Argentina desde entonces, Sergio Massa, disfrutó de un breve repunte del mercado antes de que los depósitos cayeran de nuevo.
Si bien algunos depósitos en dólares constituyen una parte de las reservas extranjeras de Argentina, que también están en declive, no se consideran parte de las reservas netas del banco central porque, por lo general, no se pueden gastar para apuntalar la moneda.
Al 16 de agosto, los depósitos totales habían caído a US$14.550 millones, según datos del banco central, menos de la mitad del nivel máximo de alrededor de US$32.000 millones observado en 2019 antes de que una votación primaria mostrara que el presidente Alberto Fernández ganaría las elecciones. Entre esa votación y la toma de posesión de Fernández, Los argentinos retiraron varios miles de millones de dólares en depósitos.
Los depósitos ofrecen un pulso casi en tiempo real de las expectativas económicas de los argentinos. A finales de 2001, durante una de las peores crisis del país, el gobierno prohibió los grandes retiros en cajeros automáticos, lo que ayudó a alimentar el caos social.