INTENSOS DÍAS vive la industria salmonera, marcados por un posible rebrote de Covid-19 en China, del que se acusó en un primer minuto a las importaciones de salmón europeo. Y si bien el producto chileno no fue apuntado ni tampoco fue objeto de restricciones, sí se generó todo un efecto en el mercado, obligando a las compañías a desviar sus embarques a otros países.

Esto se suma a la situación interna donde, al igual que otros sectores, la acuicultura ha debido convivir con la amenaza latente entre sus trabajadores. Por ahora, en general han tenido pocos contagios. “Hemos tenido muy pocos positivos. Al principio hubo dos en la zona del Bío-Bío y recién esta semana hubo otro en la zona de Quellón. Eso tiene que ver con que las empresas realmente se han preocupado. Tampoco han habido despidos, excepto a temporeros que son los que terminaban la temporada del coho. Hemos logrado dar una estabilidad y empleabilidad a nuestro sector que es muy destacable”, aseguró el presidente de SalmonChile.

Junto con esto, el gremio ha lanzado la campaña “Comprometidos con el Sur”, en la que participan 73 empresas del sector para apoyar a las comunidades donde trabaja la industria. En esta hay un fondo solidario que ya alcanza más de $1.800 millones.

¿Cómo ha estado operando la industria con la crisis actual?

-Desde el inicio de la crisis las empresas socias al gremio redujeron turnos, generaron medidas de distancia social en las plantas y han realizado una serie de acciones orientadas a prevenir cualquier foco de contagio dentro de la industria. Todo esto, sumado a algunas complejidades logísticas, redundó en una disminución de hasta el 50% en la producción (en las primeras dos semanas), pero eso era lo correcto para cuidarse.

¿Cuál está siendo el ánimo en las empresas? ¿Hay preocupación?

-El mundo está tremendamente complejo e inestable. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es tomarle la temperatura al enfermo todos los días. Hemos logrado seguir exportando, lo cual es muy bueno, y nuestro flujo de salida se ha mantenido constante.

¿Ha disminuido la producción? ¿En cuánto?

-En la actualidad, operamos en torno al 85% de nuestra capacidad, como consecuencia de todas las medidas de cuidado que se han tomado. Esperamos que, una vez superada la crisis sanitaria, rápidamente las empresas vuelvan a operar con normalidad y a aportar activamente en la reactivación social y económica del país.

¿Cuál será el mayor impacto para la industria este año?

-El impacto va a estar dado por los bajos precios a los que estamos vendiendo. Va a ser un resultado económico negativo, pero tenemos confianza en que si la situación se tienda a ir normalizando, los precios se van a ir recuperando.

¿Cómo están viendo la situación de China?

-China es un mercado en expansión para el salmón chileno. Hoy, estamos viviendo una coyuntura, que es parte de la emergencia sanitaria, pero es importante aclarar que no hay restricciones sobre nuestro salmón y que tampoco ha sido cuestionado por su calidad ni por sus condiciones de inocuidad alimentaria. Obviamente, estamos buscando soluciones, porque es un mercado que nos interesa y en el que queremos seguir creciendo.

¿Se ha visto alguna mejora en estos últimos días en ese mercado?

-Esta semana van a haber algunos pequeños envíos y así, sucesivamente, semana a semana vamos a ir recuperando. Ese un mercado que estaba siendo atractivo para nosotros.

En las últimas cuatro semanas vemos una baja fuerte en el precio del salmón en EE.UU. ¿A qué lo atribuye?

-También responde a una situación coyuntural y temporal. Hoy, gran parte de la demanda se concentra en el mercado americano, lo que incidió en el precio, pero una vez que los mercados se normalicen tendremos un mejor desempeño de precios.

¿Cómo esperan terminar este año en comparación al pasado en producción?

-Toda la industria está trabajando para ser parte de la reactivación del país. Se ha hecho un esfuerzo importante por mantener nuestro aporte económico en términos de empleo e ingresos. Nuestros asociados tienen la convicción de que la industria se recuperará durante el segundo semestre, para terminar el año en niveles productivos y de exportaciones similares al anterior. Siempre, teniendo en consideración la situación sanitaria y tomando todas las medidas necesarias para cuidar el bienestar de los trabajadores, sus familias y nuestros vecinos.

¿Podríamos decir que este será el año más difícil para la industria desde el virus ISA?

-Lo del virus ISA fue un mazazo a la cabeza. Ahí nos quedamos sin biomasa. Acá creemos que va a ser un año muy difícil también, pero tiene un fin y no se nos mueren los pescados tampoco. Es complejo en lo logístico. Pero este año, si bien ha estado lleno de desafíos, ha mostrado oportunidades para la industria. Hemos sabido reaccionar muy positivamente.