Arturo Clement, presidente de SalmonChile: “Durante este gobierno no vamos a tener una ley acuícola, los tiempos no dan”

-Arturo Clement preside desde 2017 el principal gremio acuícola del país: SalmonChile. El exgerente general de Multiexport Foods por 22 años, lidera un sector que hace 35 viene construyendo una industria que compite mano a mano a nivel local con la actividad forestal o la frutícola por ser el segundo actor en exportaciones después de la minería, pero que a nivel global ha puesto a Chile como el único país que se acerca a Noruega, el principal productor de salmones del mundo.

En conversación con Pulso, repasa el estancamiento del sector y los desafíos tras un año donde consiguieron hitos como el primer SalmonSummit, que reunió a actores externos -desde políticos a científicos y hasta ONG críticas de la industria- para conversar sobre la salmonicultura, y la primera participación del sector en un Chile Day, en Londres. “Quisimos hacer una conversación de alto nivel y fue muy positiva. Y lo queremos seguir repitiendo. Seguramente el 2025 vamos a tener autoridades presentes”, comentó del primero. “Fue superimportante porque inversores extranjeros y del sector empresarial conocieron más profundamente el potencial de la salmonicultura”, dijo del segundo.

En su balance 2024, eso sí, reconoce que fue un año “difícil porque continuamos en un estancamiento”, marcado además por una caída en los precios a nivel internacional.

“Por el lado local nos ha costado establecer una relación fluida con las autoridades. Pero hemos ido avanzando. Hemos logrado en los últimos meses generar un diálogo más abierto. Las autoridades valoran de alguna forma la salmonicultura, pero no vemos hechos concretos que nos guíen para ese lado. Externamente ha sido difícil también porque los mercados cayeron en general en todo el mundo, producto de la inflación. Con una situación económica incierta en nuestros principales mercados, la demanda bajó y los precios bajaron. Afortunadamente, ahora se ha estado recuperando, pero esa combinación, y especialmente el estancamiento de la industria, es muy peligrosa”, resume.

Clement, además, adelanta que el 2025 será su último año como presidente de SalmonChile. “Este último año que voy a permanecer en la industria es un poco para consolidar el trabajo que hemos hecho. Son ocho años donde hemos logrado poner a la salmonicultura como una industria de relevancia nacional, hemos logrado tener un valor social mucho mayor que el que teníamos antes”, destaca.

En términos productivos, fue un año bajo mirando hacia atrás. ¿Cómo se explica?

-Desde el inicio de este gobierno no ha habido una visión positiva de la salmonicultura. Se ha generado mucha incerteza jurídica, lo cual ha paralizado la inversión y eso ha estancado la industria. No ha existido un ambiente a nivel de país que haga que las actuales empresas, los inversionistas, generen una reactivación importante. Ha habido un estancamiento de la producción, y para crecer tienes que echar más cantidad de veces al máximo. Eso es un ciclo que parte desde los reproductores, las ovas, la piscicultura, y luego la engorda el mar. Y nadie ha querido crecer porque para ello se requieren inversiones, se requiere más capital de trabajo, y en estas condiciones de incertidumbre nadie está dispuesto a tomar más riesgo.

El gobierno está preparando un proyecto para separar a la acuicultura de la Ley de Pesca, ¿ven necesario avanzar en esa ley que diferencia los sectores?

-Es positivo separar la pesca de la acuicultura porque son actividades que, si bien se desarrollan en el mar, tienen características esenciales diferentes. Nosotros valoramos que haya una ley acuícola. Sin embargo, desconocemos los plazos y no ha habido avances sustantivos. Nosotros vamos a prepararnos, porque antes de la ley, necesitamos tener una visión de largo plazo de lo que Chile quiere para una salmonicultura y en general para la acuicultura. Chile se puede transformar en una potencia acuícola enorme, donde el futuro de la alimentación mundial está en la acuicultura. Eso lo tenemos que luego transformar en una buena ley y luego en políticas que apunten en esa línea.

Del diálogo con la autoridad, ¿han podido extraer alguna señal respecto de si finalmente se va a presentar la ley?

-En los últimos meses hemos establecido un diálogo mucho más fluido, eso lo reconocemos, pero todo parece indicar que durante este gobierno no vamos a tener una ley acuícola. Yo creo que los tiempos no le dan. Este es un tema complejo que requiere tiempo, requiere de análisis, de gente especializada, y creo que no le dan los tiempos.

El gobierno cerró en diciembre un proceso participativo previo a la presentación del proyecto, con talleres locales en varias ciudades, ¿ustedes participaron como industria?

-Nuestros trabajadores participaron, también participaron gente de la pesca artesanal, pero no fueron lo fluido que se esperaron, especialmente los primeros fueron bastante complejos. No eran tan abiertos, pero esperaremos las conclusiones. Lo nuestro ya lo terminamos, le entregamos a la autoridad un libro completo con todas las conclusiones de nuestros diálogos, que fueron superbien organizados, con metodologías claras, y espero que lo que resulte a ello también sea un buen producto para la salmonicultura del futuro.

Subpesca dijo que buscaron desestimar esta idea de acabar con la industria, ¿valoran esa señal?

-Esos procesos son importantes. Yo creo que la autoridad de este gobierno se ha dado cuenta de la importancia de la salmonicultura, de lo relevante que es para la gente del sur de Chile, por lo tanto, el hablar de acabar con la salmonicultura era una frase brutal, y esta nueva visión de que se han dado cuenta de que la salmonicultura sí es beneficiosa, es una buena noticia.

La mejora en el diálogo, ¿por dónde ha pasado?

-Hemos preparado una agenda corta de temas de carácter administrativo que necesitamos que se solucionen y eso es lo que hemos venido trabajando con Subpesca. Tiene que ver con temas de reglamento, de ordenamiento territorial, de fusiones y relocalizaciones; temas muy administrativos y que esperamos ir solucionando. Hemos llegado a una agenda bastante práctica que nos va a permitir destrabar un montón de dificultades que tenemos.

En relocalización, ¿qué proponen a la autoridad?

-Las fusiones y relocalizaciones están en manos de las autoridades sectoriales. Lo que le corresponde a las autoridades sectoriales es tramitar la documentación que está en manos de ellos. Hay 300 solicitudes de fusiones y relocalizaciones que nos encantaría que se empiecen a materializar. Pero la verdad es que hemos tenido muy poco avance, no solo en este gobierno, sino que también en gobiernos anteriores, en eso hay que ser muy honestos. No veo que avancemos mucho más tampoco ahora. No tengo grandes expectativas al respecto.

¿Por qué es importante realizar estas relocalizaciones?

-Porque con esto se va a lograr tener menos concesiones, más grandes y mejor ubicadas. Eso va a hacer que haya mejores condiciones para producir salmón y que haya también un menor impacto medioambiental. Entonces es una situación que es buena para todos.

Si hay un menor impacto ambiental, ¿por qué creen que ha costado avanzar con los gobiernos en esta materia?

-Para ser honesto, no tengo una respuesta.