”No hay fricciones en la industria”. Esa es justo la frase que utilizó el presidente interino y gerente general de la Asociación de Isapres de Chile, Gonzalo Simon, para referirse a los argumentos que usó, la que hasta hace un par de semanas era la timonel del gremio, Josefina Montenegro. “Son decisiones personales y durante el período en que presidió la Asociación, se avanzó”, dijo.
Aunque en su carta de renuncia, Montenegro acusó desconexión y falta de empatía en el gremio, Simon se limitó a descartar quiebres internos; negar que hubiese una desconexión, y aseverar que “el foco de las isapres siempre -y ahora más en este contexto de pandemia- son sus afiliados”.
En tal sentido, sostuvo que desde la industria han estado adoptando una serie de medidas para que sus afiliados puedan sortear de mejor manera la crisis, entre ellas, beneficios de hospitalización, atención remota y la tan sonada postergación en el cobro del alza de los planes de salud, que, de hecho, fue fruto de un acuerdo suscrito con el Presidente Piñera en donde se pactó congelar este reajuste hasta noviembre.
No obstante, y al ser consultado por la idea de postergar más allá de lo planteado inicialmente, el timonel del gremio no descartó la opción e indicó que “dependiendo de la situación a esa fecha, se verá la necesidad o no de acciones adicionales”. Esto, además, va muy en línea con lo que ya había deslizado el superintendente de Salud en días pasados, cuando sin decir nombres concretos, esbozó que algunas isapres habrían manifestado su disposición de ir más allá y postergar este reajuste para el año que viene.
Simon también respondió a los dichos del ministro Paris, cuando en plena Comisión de Salud del Senado, se mostró abierto a limitar las ganancias de las aseguradoras.
Sobre esto, defendió que “la gente tiende a creer que la isapre se ‘queda’ con las cotizaciones, por lo que es importante aclarar que el 89% de estas, financia beneficios (salud y licencias médicas) y el 10% se utiliza en la operación y otorgamiento de estos”.
Por eso, y con cálculo en mano, Simon dijo que en los últimos cinco años, las utilidades han oscilado entre pérdidas y ganancias y que, el margen de utilidades máximo que han tenido en ese período ha sido de 2,4%.
Sobre el otro planteamiento que hizo el ministro Paris, respecto a utilizar estos recursos “sobrantes” en prevención, el presidente del gremio dijo no estar de acuerdo, porque en la suma, esto sería “otorgar beneficios constantes con financiamiento variable”. Es decir, no cree que sea adecuado el imponerle a las isapres cumplir con esto en forma permanente, cuando los ingresos no siempre caminan al mismo compás.
Otro punto que ha estado en la discusión pública es el holgado margen de ganancia que podrían tener estas instituciones en el segundo trimestre del año por causa de la paralización de los servicios médicos habituales. Al respecto, Simon no quiso dar estimaciones, pero dijo que “el no uso de prestaciones tiene su origen en atenciones postergadas, las que se ejecutarán sin lugar a dudas”.
En el primer trimestre del ejercicio, las utilidades de las isapres ascendieron a $18.198 millones, un salto de 87,6% en 12 meses. En su momento, este fue un tema que levantó mucha polvareda, y según Paris volverá a hacerlo porque, a su juicio, “ahora les va a sobrar mucha plata”.