En los últimos días, Athena Foods volvió a la carga en su proceso de apertura a Bolsa (IPO, por sus siglas en inglés) anunciado el año pasado. La filial de la productora de carnes brasileña Minerva respondió las observaciones que había formulado en enero la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), respecto de su solicitud de inscripción como sociedad y de sus acciones.

La compañía, con presencia en Argentina, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay, a través de 10 subsidiarias, envió dos documentos al regulador del mercado de valores; uno de 512 páginas y otro de 56 hojas, ambos firmados por el gerente general, Iain Anderson.

La empresa abrirá casi un 40% de su propiedad en la Bolsa de Comercio de Santiago, donde espera recaudar hasta US$ 362 millones. En ese sentido, en la última información enviada a la CMF precisó que, de los recursos obtenidos, cerca de US$260 millones se destinarán a la matriz y que, a su vez, Minerva los usará para pagar sus deudas bancarias de corto plazo y para recomprar bonos emitidos por su filial Minerva Luxembourg, los cuales vencerán en 2026 y 2028.

En tanto, del monto restante, el 50% se destinará a su operación en Chile con el fin de mejorar las capacidades de distribución y crecimiento inorgánico, principalmente a través de la adquisición de activos estratégicos que permitan expandir la distribución y producción en este mercado.

Otro 30% se enfocará en Argentina, con el objetivo de reabrir una planta de matanza y deshuesado de Venado Tuerto, y el otro 20% a Colombia, para apostar por el crecimiento inorgánico mediante la compra de activos estratégicos que contribuyan a aumentar la producción en esa nación.

En esa línea, detalló que Que el país con mayor peso es Paraguay, que representa el 34,4% de los ingresos y 33,9% de los activos, en tanto que Chile apenas significa el 2,3% de los ingresos y 1,5% de los activos.

Situación financiera

En la información entregada a la CMF Athena Foods también dio a conocer su estado de resultados, a septiembre de 2018.

En ellos consignó que a esa fecha registró una pérdida de US$30 mil, una caja de US$46,5 millones, activos por US$927 millones, pasivos por US$565 millones y un patrimonio de US$362 millones.

Junto con ello, informó que su deuda con entidades relacionadas, particularmente con la matriz Minerva, asciende a US$279,6 millones, de los cuales casi el 93% corresponde al dinero que le enviará a dicha firma a partir del monto que recaude de la colocación de las acciones en el mercado local.

Respecto al precio de colocación de los títulos, se informó que en una junta de accionistas celebrada el 4 de febrero se acordó que sería de $649,8, según el valor libro, el cual es sólo de referencia y el valor final se definirá en base a criterios de mercado.

Luego de esta última jugada, la firma debe esperar la respuesta de la CMF para ver si da el visto bueno a su proceso de abrirse en Bolsa, el cual estaba previsto inicialmente para abril de este año, pero ha sufrido algunos obstáculos que lo han retrasado. Entre ellos, justamente las observaciones formuladas por el regulador.