Sorprendido se declaró Radall Morck, académico de la Universidad de Alberta, al enterarse de que el Doing Business publicado la semana pasada no podía compararse claramente con el del año pasado. Tras las denuncias de Paul Romer, ganador del Nobel de Economía 2018, a Randall se le encomendó - junto a James Chenxing - la elaboración de la auditoría externa para indagar el caso que protagonizó Chile, marco en el que advirtió problemas con los constantes cambios metodológicos que se la aplican al ranking de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial.
Aunque en su sitio web el Banco Mundial asegura que la versión 2019 del Doing Business no trae consigo cambios metodológicos relevantes, lo cierto es que en el caso de Chile gran parte de las cifras mostradas en el reporte 2018 quedaron obsoletas.
De esta manera, la comparación año contra año volvió a presentar importantes dificultades. La puntuación en seis de los diez ítems del reporte correspondiente a 2018 (publicado en 2017) cambió para nuestro país, lo que llevó a que se modificara su puntaje promedio de 71,22 a 71,44 puntos.
Pese a tratarse de una leve diferencia, lo anterior implicó que Chile en ese informe quedó ubicado en el puesto 53 y no en el 55, de acuerdo al ranking actualizado que mostró el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, en el marco de la presentación de la semana pasada.
Aunque Randall reconoce que no ha revisado el Doing Business de este año, consultado por los cambios que sufrió Chile y la complejidad en la comparación del ranking, señalaque está decepcionado.
¿Qué fue exactamente lo que se investigó en la auditoría?
-Cuando leí los comentarios originales del profesor Romer, me pareció que hizo dos reclamos. Uno era que quizá hubo cambios por motivaciones políticas que directamente hicieron que los números de Chile lucieran peor.
Lo segundo era que el Banco Mundial estaba cambiando demasiado la metodología, por lo que los números estaban cambiando más debido a que los calculaban de una nueva forma cada año y no realmente porque el país estaba mejor o peor.
¿Cuáles fueron los resultados?
-Miramos con cuidado la manera en que lo calculaban, hablamos con la gente que lo hizo, y concluimos que el profesor Romer estaba equivocado sobre su reclamo número uno. No vimos ni una sola evidencia de que el equipo del Banco Mundial tuviera un objetivo particular con Chile y otro país, para dejar los números mejor o peor.
Pero cuando miramos su segundo reclamo, encontramos que el Banco Mundial realmente ha estado cambiando bastante la manera en que ha estado calculando los números. No creo que contribuya cambiar la metodología tan frecuentemente.
Tener una metodología lo suficientemente buena es mejor que tratar todo el tiempo de tener una perfecta y cambiarla cada año. Me parece que todos queremos tener la capacidad de ver cómo lo está haciendo Chile comparado con cinco, diez o quince años atrás, pero si ellos cambian la metodología todo el tiempo, no podemos usar los datos del Banco Mundial es pregunta tan esencial.
¿Qué sugerencia hicieron al Banco Mundial al respecto?
-En nuestra recomendación a la junta directiva del Banco Mundial, nosotros sugerimos que se debería considerar hacer muy pocos cambios en metodología en el futuro, solo hacerlos después de que se haya vuelto muy claro que el cambio es absolutamente, verdaderamente, completamente necesario.
¿Cuánto tiempo debiese tomar la implementación de esta sugerencia?
-Esto debiese ser simple de implementar, no es caro ni toma tiempo. De hecho, dimos ejemplos detallados de cómo debiese ser implementado, usando las formas existentes que tienen cambiando nada, excepto cómo hacen el cálculo.
Pero en esta oportunidad tampoco fue fácil comparar los datos con el ranking publicado el año pasado, al menos en el caso de Chile...
-(Risas) Yo pensé que las sugerencias se implementarían inmediatamente, así que estoy sorprendido con esto. No tuve la oportunidad de mirar los nuevos datos que salieron, estaba ocupado en otros asuntos, pero estoy decepcionado si ese es el caso.
¿Si el Banco Mundial no toma en cuenta las sugerencias corre riesgos de perder credibilidad?
-Nosotros advertimos que se trata de un problema serio, que la comparación de los números de un año a otro es la principal razón por la cual la gente está interesado en el ranking. Ellos tienen que poner atención al respecto.
Romer acusa una falta de transparencia del BM por no mostrar los cálculos con los que construye el ranking. ¿Está de acuerdo?
-Sí. El Banco Mundial va a decir que ellos sí muestran cómo hacen los cálculos, pero el problema es que no es realmente tan fácil averiguarlo. Tienes que leer con muchísimo cuidado, tomando todas las descripciones, en todos los sitio webs, en todas las publicaciones. Reunir todo eso toma un largo tiempo y puedes ver que ellos explican cómo calculan todo, pero no lo hacen en un solo lugar ni de una forma simple.
Cuando hicimos la auditoría, originalmente no pudimos replicar todo y tuvimos que ir donde la gente del Banco Mundial y contarles la situación. Entonces ellos nos guiaron a otros sitios web, donde explicaban de manera más detallada lo que hacían. Ahí sí pudimos replicar el cálculo.
¿Por qué ustedes no incluyeron esos cálculos en la auditoría?
-El Banco Mundial estaba preocupado por la confidencialidad de sus fuentes en cada país, por lo que no quisieron que publicáramos ninguno de los números que consiguen preguntándole a la gente.
Les preocupaba que eso revelara información privada. Por lo tanto, se nos permitió publicar todo excepto los números que podrían revelar las respuestas originales.
Nosotros recalculamos los números chilenos en diferentes maneras y publicamos un estudio que muestra cómo Chile cambió debido al uso de diferentes metodologías.
Fuimos capaces de replicar todo e incluimos tablas que explicaban todos los cambio que se realizaron.
Banco Mundial da el asunto por cerrado
"No tenemos nada nuevo que agregar", señaló a PULSO Santiago Croci, gerente de programa de la Unidad de Doing Business en el Banco Mundial, al ser consultado por las críticas que reiteró Paul Romer, ex economista jefe de la entidad, al ranking de facilidad para hacer negocios.
El Nobel de Economía 2018 volvió a acusar problemas de transparencia del BM, al no revelarse los cálculos para la elaboración del informe; y de comunicación, al permitir que caídas en el ranking fueran interpretadas como malas políticas en lugar de ser consecuencia de cambios metodológicos
Vía correo electrónico, Croci indicó que "este capítulo quedó cerrado con el resultado de la auditoría externa independiente que confirmó la integridad de los datos", haciendo referencia al trabajo de Randall Morck y James Chenxing.