Licencias médicas y permisos pagados son las principales razones detrás del ausentismo de los trabajadores del gobierno central, según el Informe de Recursos Humanos del sector público 2011-2018 publicado hoy por Dipres.
De acuerdo con el reporte, las ausencias como promedio anual alcanzan los 25,85 días hábiles, es decir, un mes y una semana si se considera como referencia un mes promedio con 20 días laborales, una cifra que tiende a moderarse comparado con 2017, en que el ausentismo promedió 26,14 días.
En el detalle, la principal causa son las licencias médicas comunes, que en 2018 alcanzaron los 14,99 días hábiles promedio, cifra superior a la del sector privado que alcanza los 10,4 días hábiles anuales, de acuerdo con el Estudio de Ausentismo Laboral de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y la empresa Inmune en 2018.
A este tipo de licencia médica se suman las parentales, por enfermedad del hijo menor de 1 año y otros tipos de licencia por salud (4,69 días), tomando en cuenta, además, que a partir de 2018 comenzó la vigencia de la Ley Sanna que permite a los padres acompañar a los hijos afectados por enfermedades graves.
La segunda causa tiene que ver con los permisos pagados propios del sector público, particularmente los administrativos (4,69 días), que se han mantenido constantes desde 2010.
Por género, para 2018 el mayor ausentismo se dio en mujeres, con 32,49 días hábiles (incluyendo pre y post natal y las patologías del embarazo), que en hombres (15,91 días).
Un caso particular lo constituye el Ministerio de Salud: el ausentismo supera al del gobierno central, con 30,72 días hábiles, impulsado en gran medida por las licencias médicas (23,18 días).
Ausencia y reemplazos
Según el economista de LyD y exsubsecretario de Economía, Tomás Flores, el alto ausentismo en el sector público tiene que ver con el mecanismo de pago de licencias médicas.
"Si un trabajador se desempeña en el sector privado y toma una licencia, la empresa solo paga los días trabajados y es Fonasa o la Isapre la que cubre los días médicos. En el sector público, el ministerio paga el sueldo completo, independiente de los días de licencia, y luego cobra a Fonasa o a la isapre ese dinero. Y en la práctica, a veces no lo hacen", dice.
En el caso del Ministerio de Salud, agrega, esta práctica tiene el aliciente que "los funcionarios son amigos de los médicos, y les resulta aún más fácil conseguirse una licencia". De hecho, recuerda que hacia fines de 2018 hubo un salto muy importante en la contratación de personal a honorarios (poco más de 2 mil profesionales, según el reporte del cuarto trimestre de 2018 de Dipres) bajo la categoría de suplencias y reemplazos para personal con licencias médicas. "Los servicios de salud deben tener el personal necesario en el pabellón, entonces, si hay licencias, hay que contratar a honorarios", señala.
El tema de fondo, complementa la académica de la U. de Los Andes, Cecilia Cifuentes, "tiene que ver con problemas de gestión de recursos humanos. Generalmente el Ministerio de Salud es el que tiene los problemas más serios", y acota que aunque "por el tipo de trabajo quizás el nivel de estrés sea superior al promedio, no alcanza a explicar la diferencia".