Los detalles de la conversación que sostuvieron Xi Jinping y Donald Trump, en el marco del G20 en Buenos Aires, comienzan a salir a la luz con las declaraciones de autoridades desde Washington, que contrastan con el clásico hermetismo de Beijing.

Ayer, mientras el mandatario estadounidense celebrada los avances por twitter, funcionarios de su círculo más cercanos dio más razones para celebrar a los mercados.

Primero fue el turno de Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EEUU, quien sostuvo que "hubo conversaciones sobre cuán bajo irán los aranceles a los automóviles", evitando dar más detalles sobre los productos que verían reducidos los impuestos que pagan en su ingreso a China.

Sin embargo, esas simple palabras ayudaron a consolidar los incrementos de 2% en las acciones de Ford y de 1,3%, en las de General Motors.

Más tarde ofreció declaraciones a la prensa Larry Kudlow, asesor económico principal de la Casa Blanca, indicando que China y Estados Unidos están "bastante cerca de algunos acuerdos sobre robo de propiedad intelectual y bastante cerca de algunos acuerdos sobre la transferencia forzosa de tecnología de compañías estadounidenses".

Estas son temáticas que generan una especial preocupación entre las firmas tecnológicas, las cuales ayer se sumaron a la fiesta global, favoreciendo un aumento de 1,5% en el Nasdaq, el indicador de Wall Street que las agrupa.

"Las cosas deberían avanzar rápido. Deberíamos de inmediato ver un cambio palpable en el lado chino. No quiero ser demasiado específico, pero creo que la respuesta genérica es que veremos los cambios rápidamente", subrayó un optimista Kudlow.

En entrevista con CNBC, el funcionario también indicó que "si China abre sus mercados como lo prometieron, y lo van a hacer rápido de acuerdo a sus promesas, nosotros aumentaremos las exportaciones sustancialmente por la simple razón de que, ya sea en la industria o la agricultura, EEUU es la economía más competitiva del mundo".