Las tensiones comerciales globales ponen en riesgo los compromisos de las 20 economías más grandes del mundo de mantener los mercados abiertos, dijeron los delegados de la Unión Europea ante el G-20, comprometiéndose a ayudar a reformar las reglas de la Organización Mundial de Comercio para ayudar a resolver las disputas.
Los líderes del G-20 se reunirán el viernes y sábado en Buenos Aires y la guerra comercial entre Estados Unidos y China sería uno de los principales temas de la agenda.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, representarán a las 28 naciones del bloque en la cumbre.
"Las perspectivas para la cumbre son bastante sombrías. El orden internacional basado en normas se encuentra bajo una presión cada vez mayor y las tensiones del comercio mundial siguen sin resolverse, lo que afecta negativamente el panorama económico global", dijeron Tusk y Juncker en una carta.
"Por lo tanto, queremos centrar nuestra atención en convencer a nuestros socios de que no hay mejor alternativa que una cooperación multilateral coordinada", agregaron en una misiva a otros líderes europeos.
Estados Unidos y China han aplicado aranceles recíprocos sobre sus bienes en una disputa por acceso a los mercados, transferencias forzadas de tecnología, derechos de propiedad intelectual y subsidios estatales a ciertos sectores, lo que distorsiona la competencia.
La Unión Europea, Canadá y Japón también están involucrados debido a aranceles de Estados Unidos sobre productos de acero y aluminio impuestos este año.
Las reglas de la OMC tienen que ser adaptadas a nuevos desafíos globales, como subsidios industriales, transferencias forzadas de tecnología y otras políticas que distorsionan al mercado, de acuerdo a la carta de la Unión Europea.