Avances en movilidad social

Paseo Ahumada
Foto. Agenciauno

A pesar de la inercia natural que muestran los indicadores agregados, se acumula la evidencia que grafica el avance silencioso, pero decidido, de un país que entrega cada vez mayores oportunidades a sus habitantes.


Una de las promesas más controvertidas del modelo de economía social de mercado es la capacidad de generar oportunidades en los segmentos más rezagados de la población. La discusión, en el caso chileno, se acentuó de la mano con la persistente resistencia que mostraron a lo largo del tiempo los indicadores que miden la desigualdad de ingresos en el país.

Sin embargo, esta realidad que aparecía inexpugnable comienza a ceder a medida que el desarrollo económico alcanza una nueva etapa y, como consecuencia, los ingresos de las familias chilenas aumentan y la capacidad del Estado para atender las demandas sociales mejora. Temprano en el tiempo el economista Claudio Sapelli anticipó que al analizar la distribución del ingreso por cohortes, las nuevas generaciones gozaban de una mejor distribución del ingreso que sus antecesoras y que en el tiempo se traduciría en una corrección favorable de los indicadores agregados de desigualdad.

Recientemente un informe de la Ocde reafirmó esta idea. El estudio, que calculó el porcentaje de hijos de familias de bajos ingresos que lograron con el tiempo acceder al 25% más rico en cada país asociado a la organización dejó a Chile liderando este ranking con un 23%, por sobre Dinamarca (22%), Portugal (21,4%), España (19,2%) y el promedio de la Ocde (16,9%), por mencionar algunos. Esto nos instala como el país con mayor movilidad social en la esfera de los países avanzados y en el que con mayor probabilidad un hijo de una familia de bajos ingresos puede romper la inercia social.

Además, Chile se mantuvo a la cabeza de América Latina en el Índice de Desarrollo Humano, que calcula el PNUD y es el indicador más completo que existe para evaluar el avance de las políticas sociales y económicas de un país. Cabe desatacar que nuestra economía aparece listada en el grupo de países con "muy alto desarrollo humano", sitial que comparte con Argentina y Uruguay en Latinoamérica.

Es evidente que estos resultados por sí solos no resuelven los problemas que persisten en materia de desigualdad. Chile se mantiene en el tercio de países con mayor brecha de ingresos en el mundo, siendo solo superado por economías africanas y otros exponentes latinoamericanos, como Colombia y Brasil. Pero a pesar de la inercia natural que muestran los indicadores agregados, se acumula la evidencia que grafica el avance silencioso, pero decidido, de un país que entrega cada vez mayores oportunidades a sus habitantes.

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