Este domingo la aerolínea de origen colombiano Avianca y algunas de sus subsidiarias y afiliadas solicitaron acogerse voluntariamente al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de EE.UU en el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York.
En una conferencia de prensa remota, el CEO de la compañía, Anko van der Werf, indicó que acogerse a este proceso -que no es una insolvencia o liquidación- fue necesario debido al impacto de la pandemia COVID-19. Además, remarcó que la línea aérea continuará operando y atendiendo a sus clientes durante este lapso.
A lo largo del proceso supervisado por el tribunal, el CEO explicó que la empresa tiene la intención de preservar los 21 mil puestos de trabajo que proveen -y que siguen vigentes- en los mercados que operan.
Pero el punto fundamental por el cual la compañía se acoge a la ley de bancarrota es para poder reestructurar su balance y sus obligaciones, así como gestionar sus responsabilidades, arrendamientos, pedidos de aeronaves y otros compromisos.
Tanto Van der Werf como el CFO de la empresa, el chileno Adrián Neuhauser, aseguraron que continúan participando en conversaciones con el gobierno de Colombia, así como con otros de sus mercados clave, con respecto a las estructuras de financiamiento que proporcionarían liquidez adicional.
El CEO de la aerolínea vislumbró que hacia la segunda fase de este proceso rediseñarán su red de rutas. “Tenemos confianza en los destinos domésticos, que van a despegar antes que las rutas internacionales. Aun tenemos unos meses para presentarle nuestros planes a la corte de EE.UU”, dijo.
Pero esta reestructuración no llevará a que todas las operaciones de Avianca queden incólumes: cerrarán sus operaciones en Perú, por lo cual entrarán en proceso de liquidación y disolución en ese país. La compañía afirmó que no podrán solventar la operación en Lima, porque es deficitaria. “En Colombia y en los otros mercados no estamos pensando en hacer eso”, cerró Van der Werf.