La inflación en 2021 cerró en 7,2%, su mayor nivel en 14 años y por ello, el Banco Central tuvo que seguir su ruta alcista y acelerar el paso para tratar de controlar los precios: subió en 150 puntos base la tasa de interés en su reunión de enero situándola en 5,50%. Este es su mayor nivel desde febrero 2009.

Esta alza que fue levemente superior a lo que esperaba el mercado (125 puntos base) y es inédita desde que la tasa esta nominalizada (2001), y en terminos reales, es el mayor aumento desde el 17 de septiembre del 98, cuando subió 550 puntos base. Con esto, además, es el segundo Banco Central que más puntos ha subido la tasa en los últimos 12 meses, siendo superado solo por Brasil.

De acuerdo al Banco Central, la decisión fue adoptada por la unanimidad de los Consejeros presentes. Como ya se había anunciado, en esta reunión no estuvo presente Mario Marcel, quien fue designado ministro de Hacienda por parte del Presidente electo Gabriel Boric. Así, la decisión la adoptaron Joaquín Vial, quien lideró la reunión al ser el vicepresidente, y además fue su última cita integrando el Consejo del ente rector, ya que el próximo 6 de febrero cumple su período de 10 años (asumiendo en su reemplazo Luis Felipe Céspedes). También estuvieron presentes Pablo García, Alberto Naudon y Rosanna Costa.

Entre las razones que lo llevó a elevar la TPM en esta magnitud está el hecho de que “los riesgos para la evolución de la inflación siguen siendo significativos y su eventual concreción se torna especialmente relevante en un contexto en que tanto la variación anual del IPC como sus perspectivas ya son elevadas”.

En particular, enfatiza que “la evolución reciente de la actividad y de la inflación se ubica algo por encima de lo previsto en el IPoM de diciembre y las presiones inflacionarias derivadas del escenario internacional han aumentado”. Otra señal de preocupación es que “las expectativas privadas de inflación permanecen sobre 3% a dos años plazo”.

Así, según se desprende del comunicado del Central, la decisión “del Consejo es coherente con una trayectoria de política monetaria que, en el corto plazo, se ubicaría en torno al borde superior del corredor de tasa considerado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) pasado”, es decir, en niveles cercanos a 6,5% hacia inicios del segundo trimestre. “Una nueva evaluación de este se realizará en el próximo IPoM” (de marzo), acota el BC.

En el desglose del análisis del escenario interno, el instituto emisor menciona que el alza de los precios en 2021 fue generalizada entre los distintos ítems de la canasta. En su comunicado sostiene que “resaltó nuevamente el incremento de la inflación subyacente —IPC sin volátiles—, que se sitúa en 5,2% anual, impulsada tanto por los precios de los bienes —que sorprendieron al alza— como de los servicios. En el componente volátil, continuó destacando la contribución de los combustibles y la evolución de algunos ítems puntuales”.

En cuanto a la actividad económica, el análisis del Central afirma que los indicadores de actividad y demanda son coherentes con la parte alta del rango de proyección para el 2021 considerado en el IPoM de diciembre. “En noviembre la actividad aumentó 14,3% anual —0,3% mensual para la serie desestacionalizada—, destacando la contribución de las actividades de servicios y, en menor medida, del comercio. En la demanda, resalta el sostenido dinamismo de las importaciones de todo tipo de bienes”.

En ese contexto, sostiene que “las expectativas privadas siguen previendo tasas de expansión del PIB en torno a 2% para el 2022 y 2023″. A ello sostiene que “el mercado laboral continúa registrando una recuperación paulatina, con una oferta que se mantiene contenida de parte de los hogares y altos niveles de demanda por trabajo de las empresas”. Y puntualiza que “el crédito bancario, en general, conserva un dinamismo acotado, primando factores de demanda. Las tasas de interés muestran un alza para todo tipo de créditos, aunque más marcada en los de consumo”.

Se menciona que el mercado financiero local ha tenido un mejor desempeño en las últimas semanas, capturado por el retroceso del tipo de cambio, incremento en bolsa y caídas en los premios por riesgo. Ello ha contribuido a descomprimir parte de los riesgos idiosincráticos que se han levantado en el último tiempo.

La visión de los expertos

En el análisis los economistas coinciden en que unos de los factores que llevó a poner un mayor freno monetario por parte del Central es el hecho de que las expectativas inflacionarias a dos años plazo, que es precisamente la que guía la política monetaria del Central, se ubican en 3,7%, y las expectativas a 3 años plazos se sitúan en 3,1%, lo que pone inquieto al ente rector.

En ese sentido, en Scotiabank afirman que “el Banco Central se enfrenta probablemente a uno de los más drásticos desanclajes de expectativas inflacionarias de las últimas dos décadas. Las expectativas a 3 años plazo se ubican algo sobre 3%, en tanto, el mercado incorpora que la TPM alcanzaría 7,0% durante el primer semestre”.

De acuerdo al análisis de Scotiabank “usualmente, este tipo de desanclajes requiere no solo ubicar la TPM en terreno claramente restrictivo rápidamente, sino también que comiencen a observarse sorpresas desinflacionarias respecto a lo esperado por el mercado en conjunto con determinantes inflacionarios en retirada. No es suficiente con aumentar la tasa de política para contener las expectativas”.

Desde Banchile subrayan que “el BC sorprende nuevamente al mercado con un alza importante de TPM, con miras hacia más alzas en las sucesivas reuniones”. Esto, porque argumentan que “urge además devolver las expectativas de los agentes económicos a un 3% de inflación en un horizonte de dos años, tal como dice su mandato”.

Asimismo, Claudia Sotz, economista jefa de Tanner, comenta que un aspecto relevante a destacar, y que justifica el alza de 150 puntos base “son las dinámicas inflacionarias que se perciben más estructurales y que los riesgos inflacionarios al alza siguen siendo significativos”.

Y en BCI sostienen que el Banco Central anticipa que la trayectoria de tasa de política monetaria se situaría en el techo del corredor de política monetaria definido en el último. “Esto hace ver que llegaría rápidamente a 6,50%, y su evaluación futura estaría sujeta al escenario que se configure en el informe de marzo próximo”.

Pablo Cruz, economista jefe de BTG Pactual, se suma al análisis de sus pares, puntualizando que “las expectativas de inflación a dos años plazo permanecen por sobre 3%, algo con lo que el BC ciertamente no se siente cómodo. De hecho, esta sorpresa refleja un esfuerzo del consejo por devolver las expectativas inflacionarias a niveles más cercanos a la meta de 3%”.

Respecto de la evolución futura de la TPM, Cruz dice que “la señal que entrega el BC es bien clara. Se indica que, en el corto plazo, la tasa de interés se ubicaría en torno al borde superior del corredor de tasas del último IPoM. Esto significa que la TPM debería ubicarse entre 6,5% y 7% entre marzo y junio de este año, donde esperamos que se mantenga hasta diciembre”.

En Itaú, su economista jefe, Andrés Pérez, califica el alza monetaria como “un nuevo golpe sobre la mesa del Consejo, acelerando el ritmo de alza de TPM y sorprendiendo al mercado con la mayor alza desde la nominalización de la TPM”. Para Peréz, su escenario base considera que la TPM llegue a 7% en las próximas dos reuniones”.

Sergio Godoy, economista jefe de SFT Capital espera un alza de TPM de 150 puntos base en marzo y después “una mantención en dicho nivel por una o dos reuniones a la espera que la economía e inflación entreguen señales de enfriamiento y las expectativas inflacionarias se moderen”.