”Lo inédito de la situación actual hace particularmente difícil realizar proyecciones, pues dependen en gran parte de factores que escapan del análisis económico”. Esa frase del informe de Política Monetaria (IPoM) puede resumir el complejo escenario por el que atraviesa la economía mundial y por cierto la chilena. Tanto así que el Banco Central cambió la forma de entregar el rango de proyección, ya que en lugar de entregar un rango de 0,75 puntos porcentuales como correspondía lo amplió a 2 pp fijando su estimación en una caída de entre 5,5% y 7,5%, ajustándola de esta manera fuertemente en relación a lo indicado en marzo, de entre -1,5% y -2,5%.
En cualquier escenario, es el peor desempeño desde 1982 cuando la actividad cayó 11%. Además, de concretarse el peor escenario, el PIB del país volvería a niveles de 2015. Esta estimación del ente rector se alinea además con la visión del Fondo Monetario Internacional que también tiene como punto medio una baja de 6,5% (4,5% en el escenario base y 8,5% en el más adverso).
En el detalle, el BC anticipa una caída de 10,4%, por un retroceso de 15,9% en la inversión y de 4,2% en el consumo.
“Ningún país del mundo ha escapado a este fenómeno, proyectándose que la mayoría de ellos experimente significativas caídas de la actividad este año. Chile no es la excepción, previéndose para el 2020 la mayor contracción en 35 años”, señala el reporte que presentó este miércoles el Consejo del Instituto emisor encabezado por Mario Marcel ante la Comisión de Hacienda del Senado
En la instancia, el presidente del BC dijo que “las proyecciones están sujetas a un nivel de incertidumbre mucho mayor al habitual, lo que implica que en este IPoM se hagan cambios en su comunicación, de manera similar a lo que han hecho otros bancos centrales”.
En lo inmediato, se prevé una contracción significativamente mayor en el segundo trimestre y menciona que la implementación de cuarentenas más estrictas implica que los registros de actividad de mayo y junio serán probablemente más negativos que el de abril (-14,1%).
De acuerdo al BC, la evolución de la enfermedad y el número de nuevos contagios “hace difícil estimar cuánto tiempo permanecerán activas las medidas de contención más estrictas. Se suma que una vez levantadas dichas medidas, no se sabe con certeza si existirán rebrotes, cómo evolucionará el comportamiento de las personas y cuál será su impacto en el desempeño de distintos sectores económicos”.
Marcel explicó el impacto que tienen las medidas que ha aplicado el gobierno para tratar de contener el virus. En ese sentido, dijo que las cuarentenas selectivas y otras normas de restricción decretadas en abril por cada mes que se mantuviera provocarían una pérdida en el producto entre 12% y 15%. Ahora, con las actuales medidas de restricción que tienen una cobertura más amplia que supera el 40% de la población y que afecta en mayor grado a la actividad económica “se podría estimar una pérdida del producto entre 20% y 25%, y por lo tanto, si por hibernación entendemos restricciones aún más restrictivas que las actuales tendríamos que suponer caídas mayores a ese 25%”.
Ahora bien, en el escenario central que presenta el BC se asume que las cuarentenas se relajarán durante el tercer trimestre y se logrará una reapertura gradual de la economía, permitiendo así una mejora paulatina de la actividad y el mercado laboral. En todo caso, esto considera que parte de las prácticas de distanciamiento social -obligatorias y voluntarias- seguirán presentes por varios trimestres, por lo que la actividad de algunos sectores económicos tardará más en retomar los niveles previos al comienzo de la pandemia.
De esta manera, la economía comenzará a recuperarse en la segunda parte del 2020, aunque no alcanzará aún niveles de actividad comparables a los de principios de año. De hecho, se prevé que solo hacia mediados del 2022 se equipararán los niveles de actividad del tercer trimestre del 2019. Así, para el próximo año ve un crecimiento entre 4,75% a 6,25%, mientras que para el 2022, la previsión se sitúa entre 3% y 4%. De esta manera, considerando estas proyecciones, el crecimiento del país durante la última década será de 1,9%, mientras que la inversión registrará un nulo crecimiento en dicho período.
Sobre los distintos escenarios que podrían producirse, el BC señaló que “en concordancia con la elevada incertidumbre y la dificultad de asignar una probabilidad específica a cada escenario, el Consejo considera que tanto el balance de riesgos para el crecimiento como para la inflación está equilibrado”.
Política Monetaria
En cuanto a la política monetaria, el BC sostuvo que, en el escenario central, la tasa de interés permanecerá en 0,5% -su mínimo técnico- “al menos durante el horizonte de política de dos años”. Esto porque las perspectivas para la inflación se recortaron también fuertemente a 2% para fines de año, y recién hacia fines de 2021 se volvería a la meta de 3%.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, en conversación con radio ADN sostuvo que el ajuste que se hizo en este IPoM está bastante en línea con la corrección que ya se está haciendo en la cartera. No obstante, reconoció que “tanto el Banco Central como nosotros nos habíamos quedado cortos con las proyecciones que habíamos hecho hace meses atrás”.
Para 2020 la mayoría de los economistas consultados por Pulso validan la visión del Central. Martina Ogaz, economista de EuroAmerica afirma que “las proyecciones que tenemos para 2020 son bastante similares, aunque algo mas pesimistas las de el BC, donde obviamente hay bastante incertidumbre”. Sergio Lehmann, economista jefe de Bci acota que “para este año estamos bien en línea”.
En tanto, el analista económico de Pacífico Research, Sebastián Díaz, menciona que “nos llama la atención que el IPoM considera que el balance de riesgos, tanto para la actividad como para la inflación está equilibrado, incluso antes de la posibilidad de la hibernación los riesgos sobre la actividad en Chile tienen un sesgo bajista por el desempeño del virus a nivel local”. Para el 2021, el consenso cataloga la visión del BC de optimista. Sergio Godoy, economista y asesor de empresas espera que “la economía crezca más cerca del 4% donde el consumo privado va a liderar”. En tanto, Lehmann es más cauto que el BC con una estimación de 4,7%.