Banco Central considera que intervención cambiaria limita espacio para nuevos recortes en la tasa de interés
Dicho factor fue uno de los que llevó al consejo del instituto emisor a mantener la TPM en 1,75% en su reunión de inicios de diciembre, de acuerdo a las minutas del encuentro dadas a conocer este jueves.
Los consejeros del Banco Central consideraron que la histórica intervención cambiaria anunciada a fines de noviembre por el instituto emisor reducía las opciones de nuevos recortes en la tasa de interés, de acuerdo a las minutas de la reunión de política monetaria del 4 de diciembre, dadas a conocer este jueves.
En dicho encuentro los consejeros optaron por unanimidad por mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 1,75% y modificaron el sesgo de la política desde expansivo a neutral, al señalar que prevén que la tasa de interés se mantendrá en su nivel actual durante los próximos meses.
"Todos los consejeros coincidieron en que la opción de mantener la TPM en 1,75% dominaba a cualquier otra alternativa. En primer lugar, el grado actual de expansividad monetaria se estimaba coherente con la debilidad cíclica de la economía, con el alto nivel de incertidumbre respecto de su evolución futura
y con el programa de estímulo fiscal que el gobierno había anunciado en días previos", señalan las minutas.
Asimismo indican que "en segundo lugar, la necesaria coherencia entre la intervención cambiaria y la política monetaria limitaba el espacio para reducciones de la tasa durante los próximos meses, toda vez que especulaciones respecto de esto último podrían generar el tipo de volatilidad que la intervención buscaba evitar".
Por último, añaden las minutas, pensar en opciones que elevaran la TPM sería inconveniente, dado que el escenario del Informe de Política Monetaria (Ipom), que fue dado a conocer el día siguiente de la reunión de política monetaria, no contemplaba alzas por un tiempo relevante, incluso considerando el impacto de corto plazo de la depreciación del peso sobre la inflación.
"Un consejero recordó que en el pasado reciente la respuesta del Banco a un ambiente de deterioro de la actividad había sido proceder con un aumento del estímulo monetario, siempre teniendo presente la correcta calibración del impacto de la depreciación del peso en la inflación, que en esta ocasión sería incluso mayor por su carácter idiosincrático".
Sin embargo, esta vez creía que lo prudente era señalizar un período de mantención de la TPM, pues la evolución que había tomado la crisis social había generado un clima de tensión e incertidumbre que podía abrir aristas de diversa índole.
En particular, destacó que el Banco había tomado medidas extraordinarias de provisión de liquidez y había iniciado una intervención cambiaria que limitaban, especialmente esta última, la acción contracíclica que en principio podría esperarse de la política monetaria, muestran las minutas.
El 28 de noviembre tras un rally histórico del tipo de cambio, que inició el 18 de octubre con el estallido de la crisis social en el país, y que hizo subir a la divisa $116,5 desde entonces a un máximo histórico de $828, el Banco Central anunció una intervención cambiaria por hasta US$20.000 millones, lo que la convierte en la mayor en la historia del país medida en términos nominales.
Alta incertidumbre
Todos los Consejeros concordaron en que el diagnóstico respecto del estado actual de la economía era altamente incierto, por lo que en los próximos meses los esfuerzos debían concentrarse en realizar evaluaciones exhaustivas del escenario macroeconómico para poder determinar su evolución más probable en el corto plazo.
Se añadió que, en lo inmediato, las consecuencias de las disrupciones en la actividad económica y la prolongación de la perturbación del orden público se habían visto claramente reflejadas en la caída del Imacec en octubre.
"Sin embargo, la situación de mediano plazo podía complicarse adicionalmente por la mayor incertidumbre. Ella estaba afectando la confianza de consumidores y empresarios, los precios de los activos financieros y el valor del dólar, señalizando una percepción de que los efectos negativos se prolongarían por más tiempo", señalan las minutas.
Entre muchos temas, esto se relacionaba con la falta de certezas sobre distintos temas del ámbito político, económico y social, por lo que para evitar efectos adversos mayores se requerían nuevos acuerdos que fueran acotando los espacios de incertidumbre lo más rápido posible, indican las minutas.
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