Minuta de reunión del BC con inédita decisión dividida muestra razones de cada opción y alerta que “existían riesgos muy importantes para la dinámica inflacionaria futura”
En una decisión dividida el 6 de septiembre el Consejo del instituto emisor acordó incrementar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 100 puntos base a 10,75%,
En la inédita decisión dividida a tres bandas de la última reunión de política monetaria del banco central sí hubo un consenso respecto de la preocupación del Consejo del Banco Central por el escenario de elevada inflación. Así quedó reflejado en la minuta de la Reunión de Política Monetaria y que fue dada a conocer este jueves. “Todos los Consejeros concordaron en que existían riesgos muy importantes para la dinámica inflacionaria futura”, se destaca en ese documento.
En una decisión dividida el 6 de septiembre el Consejo del instituto emisor acordó incrementar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 100 puntos base a 10,75%, su nivel más alto desde que se registra de forma nominal, en 2001.
El aumento no solo fue superior al alza de 75 puntos que esperaba el mercado, sino que también mostró una división entre las opciones planteadas por los distintos consejeros.
Solo tres de ellos votaron por los 100 puntos, la presidenta Rosanna Costa, Luis Felipe Céspedes y Alberto Naudon. En tanto, el vicepresidente de la entidad, Pablo García votó por subirla 125 puntos base, y la consejera Stephany Griffith-Jones se inclinó por 75 puntos base.
“La información conocida desde la publicación del Informe de Política Monetaria (Ipom) en particular el efecto inflacionario de corto plazo de la fuerte depreciación del peso, indicaba que la variación anual del IPC sería mayor que la estimada en el Ipom pasado”, mostraron las minutas del encuentro.
En este contexto, solo para asegurar el mismo nivel de tasas de interés reales al considerado previamente, se requería un mayor nivel de tasa nominal en el horizonte en el cual las expectativas de inflación habían subido, agrega el documento.
Por otra parte, se estimaba que el deterioro de las condiciones financieras y la mayor incertidumbre del escenario macro tendrían un efecto negativo en la demanda a partir de los próximos trimestres. “Si bien en esta reunión no se disponía de proyecciones que permitieran evaluar la trayectoria de mediano plazo de la TPM coherente con estos desarrollos, todos los consejeros concordaron en que los antecedentes recientes requerían mayores tasas en el corto plazo, especialmente al considerar la evolución de las expectativas de inflación”, agrega el documento.
Todos los consejeros coincidieron en que los antecedentes expuestos apuntaban a que, para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en el horizonte de política, era necesaria una trayectoria de TPM más alta que la estimada en el Ipom de junio.
Opciones
El Consejo evaluó las opciones de aumentar la tasa en: 75, 100 y 125 puntos base.
“Algunos Consejeros consideraron que la opción de 75pb era plausible, pues se encontraba dentro del rango superior de las expectativas de mercado y se evaluaba en un contexto en que la política monetaria ya había realizado un ajuste muy significativo y la actividad y la demanda estaban mostrando la debilidad esperada, como lo evidenciaban la evolución del consumo, la inversión y los salarios reales”.
Un Consejero mencionó que esta opción era plausible solo si se le consideraba como parte de un ajuste monetario que debía continuar más adelante. Algunos Consejeros plantearon que esta opción era menos eficiente si lo que se intentaba era señalizar con claridad la preocupación por la evolución de la dinámica inflacionaria y de las expectativas.
Respecto de la opción de aumentar la TPM en 100pb, varios consejeros resaltaron que tenía el valor de ser una decisión coherente con el escenario central y más fácil de comunicar, pues no requería que el Consejo se comprometiera a dar un cierre al proceso de alzas. Algunos Consejeros indicaron que el mensaje de cerrarse en condiciones inciertas parecía demasiado riesgoso en un escenario tan complejo como el actual, con muchas noticias en desarrollo. Por lo mismo, una opción como esta era coherente con la idea de evaluar la evolución de las variables económicas durante algunos meses y luego realizar ajustes si era necesario.
Varios Consejeros consideraron que la opción de aumentar la TPM en 125pb podría entenderse como más coherente con la evaluación de riesgos en materia de dinámica inflacionaria, al mismo tiempo que señalizaba de manera más clara la preocupación por la persistencia de la desviación de las expectativas de inflación a dos años del 3%, la preocupación por un cambio de la dinámica de ajustes de precios por parte de las empresas y la clara necesidad de que la economía se ajustara en materia de actividad económica. Algunos Consejeros mencionaron que esta opción tenía como desventaja que suponía una sorpresa mayor para el mercado y que el mensaje de cierre del ciclo de alzas debía hacerse con mayor fuerza.
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