Banco Central sube la tasa a su nivel más alto desde 2009, pero modera sesgo y mercado anticipa que se acerca fin del ciclo alcista
El ente rector elevó la Tasa de Política Monetaria en 150 puntos base situándola en 7%. En su comunicado, el BC adelantó que "el Consejo estima que, de darse los supuestos del escenario central del Informe de Política Monetaria de marzo, futuros aumentos de la TPM serían menores que los realizados en los últimos trimestres".
Las expectativas del mercado apuntaban mayoritariamente a un alza entre 150 y 200 puntos base, aunque algunas voces también hablaban de 100 puntos base. Y el Banco Central, en su Reunión de Política Monetaria (RPM) de este martes, la segunda del año, subió la tasa de interés finalmente en 150 puntos -por unanimidad-, situándola en 7%, su mayor nivel desde febrero de 2009. Esto con el objetivo de combatir la alta inflación que hoy se ubica en 7,8% en doce meses.
Se trató de la primera cita monetaria con Rosanna Costa como nueva presidenta de la institución y también el estreno de la participación de Mario Marcel, ahora en su rol de ministro de Hacienda. Solo hubo cuatro consejeros, porque aún no se suma Stephany Griffith-Jones, quien asumirá en mayo como la quinta integrante del consejo.
Desde que comenzó el proceso de alza de tasas en agosto de 2021, el BC ha subido el tipo rector en 650 puntos base, pasando de 0,5% a 7% en ocho meses, pero esta vez, a diferencia de las anteriores, comenzó a pavimentar el camino de que este ciclo de incrementos está más próximo a llegar a su fin, ya que las futuras alzas serán menores de las realizadas en los trimestres anteriores.
“El Consejo estima que, de darse los supuestos del escenario central del Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, futuros aumentos de la Tasa de Interés serían menores que los realizados en los últimos trimestres”, subrayó el Central en uno de sus mensajes principales.
De todos modos, precisó el ente rector, que “esto dependerá de la evolución del escenario macroeconómico” y que en el IPoM que se publicará este miércoles estarán los detalles del escenario central, las sensibilidades y riesgos, y sus implicancias para la evolución futura de la tasa de interés.
En el desglose del escenario macroeconómico, el BC resaltó que la inflación anual aumentó hasta 7,8% en febrero, casi un punto porcentual por sobre lo previsto en diciembre, con una diferencia que respondió en parte importante a una mayor inflación subyacente, especialmente de los bienes.
Asimismo, mencionó que las perspectivas de inflación de corto plazo han vuelto a aumentar, acercando la inflación anual a cifras de 10% y enfatizó que “las expectativas de inflación a dos años plazo permanecen por sobre 3% desde hace varios meses, situación que seguirá siendo monitoreada por el Consejo”.
Respecto de la actividad, indicó que la economía creció 11,7% en el PIB, dentro del rango proyectado, pero que el desempeño de la demanda interna en el cuarto trimestre, y los datos disponibles de comienzos de año, apuntan a que la economía ya estaría en una senda de reducción de los elevados niveles de gasto del año pasado.
En ese sentido, destacó el retroceso de los niveles de consumo privado, especialmente en el gasto en bienes durables. “Los datos del Imacec de enero confirman esta tendencia, con un marcado descenso de los niveles de actividad del comercio. Los servicios, en cambio, han continuado consolidando su recuperación en línea con la mayor apertura de la economía”, acotó.
Sobre el mercado laboral, describió que se vuelve a observar un aumento de la participación, con una demanda que ha tendido a estabilizarse. “Todo esto sucede en un contexto en que las percepciones de los consumidores y los empresarios sobre la situación económica se han vuelto más pesimistas”, puntualizó.
A nivel externo, el BC analizó que la invasión a Ucrania ha elevado la incertidumbre de forma significativa y ha intensificado el aumento de los precios de las materias primas, especialmente de energía, alimentos y algunos metales. Así, el precio del petróleo ha subido significativamente, alcanzando niveles en torno a US$110 el barril (28% desde la última reunión, para el promedio WTI-Brent), mientras que el precio del cobre se ubica en torno a US$4,6 la libra. De todos modos, por ahora, las principales repercusiones económicas y financieras se han mantenido acotadas a los países directamente involucrados en el conflicto y sus vecinos, señaló.
En esa misma línea, dijo que la inflación mundial ha seguido subiendo, llevando a la Fed y otras autoridades a acelerar la normalización de los estímulos, a pesar de que las perspectivas de crecimiento mundial han disminuido. En este contexto, sostuvo, “las tasas de interés de largo plazo han continuado aumentando a nivel global y las bolsas han tenido resultados mixtos. Destaca el caso de América Latina, donde los mercados bursátiles y monedas locales han mostrado cierta recuperación, explicada en parte por los mayores precios de las materias primas y la baja base de comparación”.
Cómo lo interpretó el mercado
Si bien todos los analistas tienen un techo distinto para la tasa de interés, lo cierto es que hay una coincidencia en que ya se acerca el fin de ciclo de alzas. Incluso, algunos economistas ya comenzaron a moderar sus expectativas, situándose por debajo del 8% como punto de llegada final.
Uno de ellos es Felipe Alarcón, economista de Euroamerica, quien señaló que el BC “introduce un lenguaje menos agresivo, lo que implica que la tasa máxima a la que llegaría la TPM sea menor a lo que hoy está internalizado por el mercado, de 8,75%”. Para Alarcón, incluso, podría situarse bajo 8%. Misma visión es la que tiene la economista jefa de Banchile, Carolina Grünwald, quien sostuvo que la tasa de ubicaría en 7,75% como máximo.
En Santander comentaron que “la próxima alza sería de hasta 100 puntos base, con lo que la TPM llegaría a 8%. Estimamos que ese sería el punto de llegada para el proceso de retiro del estímulo, por cuanto, a partir del segundo semestre, comenzaremos a observar una moderación de los precios y un crecimiento económico exiguo, con tasas de expansión anual negativas”.
En Scotiabank indicaron que “los próximos pasos serían a ritmos de 25 o 50 puntos base, tratando de lograr un aterrizaje suave a la máxima tasa que tendríamos en este ciclo contractivo, que sería de 8%, nivel que permanecería gran parte del 2022″.
Con todo, la economista principal de BCI, Francisca Pérez, no compartió el mensaje que envió el BC. Argumentó que “es una declaración bastante jugada dada la incertidumbre local y externa que existe. Es algo inédito, nunca había realizado un comunicado señalando la trayectoria hacia los próximos meses”.
En ese sentido acotó que “en el IPoM el BC entregará una visión de actividad económica más negativa de la que tenemos internalizada, donde la segunda parte del año la actividad debería caer más fuerte de lo que tenían previsto”. Pérez mantuvo la visión que la TPM llegará a 8,5%, con dos aumentos en las próximas reuniones.
Esa misma posición es la que tiene Josefina Henríquez, investigadora de Clapes-UC, quien sostuvo que de mantenerse las mismas condiciones, “es esperable que la tasa de interés tal como muestran las encuestas, llegue a un máximo de entre 8% y 8,5%, justificado en que, a nivel local, la inflación continúe al alza los próximos meses”.
Y Marco Correa, economista jefe de BICI, dijo que el BC “elevaría la TPM hasta un nivel de 8,5%, lo que se daría con dos alzas consecutivas de 75 puntos base en sus próximas reuniones, con escenario de inflación para el año que se ubicaría en el rango de 6% a 7%”.
Fernando Suárez, senior Portfolio Manager en Fintual añadió que “lo más destacable es la visión que tiene el Central con respecto a la desaceleración del consumo. Según el comunicado, hoy estaríamos entrando a una etapa de normalización del gasto, el cual venía bastante elevado tras los retiros previsionales y los IFE de 2020- 2021″. De acuerdo a Suárez, “el reflejo de esto, es la baja que han presentado los niveles de liquidez en cuentas corrientes, lo que a su vez disminuye el potencial gasto que se pueda realizar en bienes de consumo durables.
Aunque el Central no hace mención directa sobre el impacto que la guerra entre Rusia y Ucrania puede generar en la actividad global y por ende en Chile, los expertos afirman que sí está en el escenario descrito por el ente rector. “El shock de oferta se ha agudizado por el conflicto, lo que aumenta la probabilidad de un efecto negativo sobre la actividad. Lo que estimaría el BC es que seguir siendo muy agresivo con la tasa podría inducir un frenazo muy abrupto que lo obligaría dentro de unos meses a tener que bajar la tasa de manera abrupta”, señaló Alarcón. Pérez, en tanto, subrayó que “la guerra afecta, pero por el momento, más a países de Europa y, por ello, la actividad mundial debería caer cerca de un punto respecto a lo que se preveía”.
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