El presidente del Banco Central, Mario Marcel, afirmó que los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China sobre el comercio exterior chileno hasta ahora han sido acotados y heterogéneos.
Sin embargo, advirtió que "con todo, el conflicto comercial podría estar también incidiendo sobre la confianza. Con rezago, esto suele debilitar los componentes de la demanda, como el consumo y la inversión. Esto, al menos, retrasaría la recuperación en Chile".
Al exponer sobre los efectos de la guerra comercial en Chile y la región en la CVIII Reunión de gobernadores de Bancos Centrales del CEMLA en Washington, Marcel indicó que "de sostenerse la incertidumbre, los efectos sobre economías como Chile se esparcirían con más fuerza".
Marcel señaló que el efecto en los mercados financieros se ha visto en la contracción de los precios de activos riesgosos y el fortalecimiento de aquellos que operan como refugio. "Una política monetaria más expansiva habría apoyado ajuste en las tasas largas. Chile no habría sido la excepción", añadió.
El economista sostuvo que los fundamentos para el dólar global sugieren que este podría continuar apreciado y que en un contexto de dólar fuerte, las condiciones financieras a la región podrían no verse particularmente beneficiadas.
Al respecto recordó que "un dólar fuerte y un bajo dinamismo global contienen además el precios de commodities. En el caso de Chile esto es muy relevante por su exposición al mercado de cobre".
No obstante indicó que el tipo de ajuste macro y ciertas características institucionales permitirían acomodar mejor el shock. "En el caso de Chile, el régimen de flotación y un traspaso a precios relativamente
acotado permitirían amortiguar el shock real eficientemente", precisó.
Marcel recordó que el escenario más negativo y riesgoso, ha llevado al Banco Central a adoptar una política monetaria más expansiva y afirmó que "para Chile aún existiría espacio para el uso convencional del instrumento de política monetaria por su credibilidad".