Inflación no dará tregua: Banco Central eleva fuertemente proyección hasta niveles cercanos al 10% en 2022
En el Informe de Política Monetaria de junio, el BC, espera que la variación anual del IPC siga aumentando, hasta valores algo por debajo de 13% durante el tercer trimestre. En cuando a las perspectivas de crecimiento, subió levemente el rango de pasando de entre 1% -2% a uno entre 1,5-2,25% y fija como techo del PIB 2023 un 0%.
Era lo que el mercado anticipaba. El Banco Central ajustó fuertemente su proyección para la inflación dejando atrás el 5,6% previsto para este año en el Infome de Política Monetaria de marzo. Ahora dada la mayor persitencia en los precios, el ente rector espera que la inflación finalice este año en 9,9%.
No obstante a ello, su visión para la reducción de los precios sigue siendo optimista, ya que espera que el próximo año, los precios finalicen en 2,7% menor al 2,9% esperado en marzo.
En el escenario central, el ente rector “estima que la variación anual del IPC seguirá aumentando, hasta valores algo por debajo de 13% durante el tercer trimestre. A partir de allí, comenzará a descender, terminando 2022 en torno a 10%, lo que es significativamente superior a lo previsto en marzo. La revisión de la proyección de inflación subyacente a diciembre de este año también es relevante, llegando a 2,5 puntos porcentuales por sobre lo previsto en marzo”.
En su análisis, el Banco Central menciona que si bien la inflación sigue estando afectado por el “excesivo incremento de la demanda interna en 2021″, advierte que el comportamiento más reciente se ha visto influido “en mayor medida por las presiones de costos externas derivadas del incremento de los precios de los alimentos y las materias primas, y las persistentes dificultades en las cadenas productivas y de suministros a nivel global”. A ello, añaden la influencias del impacto del dólar sobre los precios.
A diferencia de trimestres previos, el BC resalta que la mayor parte de la sorpresa inflacionaria de los últimos meses se relaciona con los precios de los alimentos y los volátiles. “La inflación acumulada entre marzo y abril —3,3 puntos porcentuales— fue significativamente superior a lo previsto en el IPoM de marzo”, acotan.
Afirman que más del 90% de la diferencia provino de aumentos mayores a los previstos de alimentos, energía y otros componentes volátiles. Así, entre diciembre y abril, el precio de los alimentos tanto volátiles como no volátile, acumuló un alza de 10%, que se sumó al incremento de 7,7% en los precios de la energía y se compara con el aumento de 3,8% en la inflación subyacente descontados los alimentos no volátiles.
Hacia 2023 y 2024, el escenario central que entrega el BC sigue esperando que la inflación total y su contraparte subyacente tendrán un sostenido descenso, ubicándose ambas en torno a 3% para mediados de 2024, el fin del horizonte de política monetaria de dos años.
En esta proyección, la inflación total cerrará 2023 en 2,7%, mientras que la inflación subyacente se ubicará más cercana a 4% anual. “El descenso de esta última será más lento que el de la inflación total y comenzará más tarde que lo previsto en marzo, reflejo de la mayor persistencia de los shocks de costos externos y de la relevancia de los efectos de segunda vuelta”, puntualizan.
Crecimiento alza para 2022 pero a la baja en 2023
En cuando a las perspectivas de crecimiento, subió levemente el rango pasando de entre 1% -2% a uno entre 1,5-2,25%. Mientras que para el próximo año amplió la opción de que la actividad se contraiga. Esto porque las proyecciones pasaron desde un rango entre -0,25 y 0,75 a uno entre -1,0% y 0,0%.
“La liquidez remanente de las medidas de estímulo adoptadas en 2021 continuará sosteniendo el consumo en lo inmediato”. Ahí mencionan que el mayor dinamismo del consumo durante la primera parte del año lleva a revisar al alza su proyección de crecimiento para 2022, retrasando su ajuste hacia la segunda parte de este año y 2023. No obstante,anticipan que la mayor parte de sus fundamentos apuntan a que este se debilitará durante la segunda parte del año. Para este año, la proyección del consumo total pasó de - 0,2% a 2,8%, mientras que el consumo privado se espera ahora que crezca 2,1% en lugar de una caída de 0,3%.
Lo contrario ocurre con la Formación Bruta de Capital Fijo para la cual se prevén caídas más significativas durante este año de -4,8% en lugar de -3,8% y el próximo -2,2% en lugar de -0,2%.
En este punto, el BC argumenta que “los fundamentos de la inversión también han empeorado. En el caso de las condiciones financieras, juegan un rol relevante el deterioro ya ocurrido en el mercado de capitales y los menores niveles de ahorro de largo plazo para el financiamiento de la inversión. Se suman las revisiones del catastro de inversión de la Corporación de Bienes de Capital, la persistencia de una elevada incertidumbre y una caída generalizada de las expectativas empresariales”.
Sobre la evolución de la tasa de interés, reiteró el mensaje enviado ayer luego de la Reunión de Política Monetaria: “El Consejo estima que, tras el alza acordada en la reunión de junio, serán necesarios ajustes adicionales de menor magnitud en la tasa de interés para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en el horizonte de dos años. De todos modos, los riesgos siguen siendo elevados, en particular por el nivel que ha alcanzado la inflación y su mayor persistencia”.
Si en marzo, el techo del corredor para la tasa de interés llegaba a 8,5%. 8,75%,a hora ese nivel escaló hasta 10,5%, no obstante, en el escenario central, el ente rector espera llevarla hasta 9,5% la tasa de interés.
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