El Banco Central Europeo (BCE) decidió este jueves poner fin a su programa de compras de bonos por US$3,02 billones al cierre del año y dijo que las tasas de interés continuarían sin cambios hasta el verano boreal de 2019.
Entre octubre y diciembre, el BCE planea comprar 15.000 millones de euros en bonos por mes, y luego cerrar el programa al final del año.
Aparte, el organismo mantuvo sin cambios su tasa de interés referencial en el 0,0%, como estaba previsto.
Sumado a ello, la entidad elevó sus previsiones sobre la inflación de la zona euro para este año y el próximo, pero redujo su estimación del crecimiento económico en 2018, dijo el presidente del organismo, Mario Draghi.
El BCE, que tiene como objetivo una tasa inflacionaria justo por debajo del 2%, prevé que el índice de precios al consumidor suba 1,7% este año, el 2019 y el 2020.
Ante el incremento de más de 60% de los precios del petróleo desde el año pasado y el retroceso del euro contra el dólar, la inflación por importaciones se ha estado acelerando, impulsando lentamente los precios para los consumidores, lo que debería apuntalar la lectura subyacente con el tiempo.
Pero las preocupaciones sobre el proteccionismo comercial y las turbulencias en varias economías clave han afectado a la actividad, lo que forzó al BCE a reducir sus pronósticos de expansión para el bloque.
El BCE prevé para este año una expansión de 2,1%, frente al cálculo anterior de un crecimiento del PIB de 2,4%.