“No se han agotado las balas del Banco Central para enfrentar esta crisis”, dijo a inicios de abril en entrevista con Pulso el presidente de la institución, Mario Marcel, y este miércoles esa idea se ratificó en la Reunión de Política Monetaria.
En la instancia, tal como se esperaba, de manera unánime el consejo del BC mantuvo la tasa de política monetaria (TPM) en 0,5%, su mínimo técnico, lo que “es concordante con la necesidad que la política monetaria se mantenga en esta posición altamente expansiva por un extenso período de tiempo para asegurar la convergencia de la inflación a la meta de 3% en un horizonte de dos años”.
Sin embargo, el organismo fue más allá y agregó que “el Consejo evaluará opciones para intensificar el impulso monetario y apoyar la estabilidad financiera a través de instrumentos no convencionales en caso de que la evolución de la economía así lo requiera”, lo que implicaría nuevas medidas a las ya en marcha.
“De esta manera, y tal como lo hemos señalado anteriormente, la autoridad monetaria deja entrever que se mantienen factores de riesgo que pueden empeorar aún más el escenario macroeconómico”, señalan desde Banchile Inversiones. Por su parte, desde Santander, indican que “dado que la actividad se contraerá de forma severa, es altamente probable que el instituto emisor implemente nuevas acciones, las que podrían orientarse a ampliar las carteras de colaterales para continuar apoyando la liquidez”.
Hasta ahora, el BC implementó la Facilidad de Financiamiento Condicional al Incremento de Colocaciones (FCIC), cuyo objetivo principal es dar acceso a las entidades bancarias locales a líneas de crédito con el Banco en condiciones ventajosas; la inclusión de los bonos corporativos dentro de los colaterales elegibles para todas las operaciones de liquidez en pesos ofrecidas por el Banco; y la compra de bonos bancarios a participantes del sistema SOMA. Esto se complementa con la extensión del programa de venta de divisas hasta el 9 de enero de 2021 y la ampliación de plazos en los programas de gestión de liquidez en pesos y dólares a través de operaciones REPO y FX-Swap.
Escenario
En lo que se refiere al escenario macroeconómico interno, el instituto emisor sostuvo que la caída de 3,5% del Imacec de marzo “estuvo en línea con el panorama descrito en el último IPoM, ratificando el inicio del proceso de contracción económica provocado por la emergencia sanitaria”
Esto a su vez ha causado problemas en el empleo. “La encuesta de empleo del INE, los datos de registros administrativos e información cualitativa del Informe de Percepciones de Negocios apuntan a un importante deterioro del mercado laboral, parcialmente amortiguado por las medidas especiales adoptadas por el Gobierno”.
En cuanto a la inflación, el consejo indicó que “las presiones inflacionarias de mediano plazo continúan contenidas en concordancia con una mayor apertura de las brechas de actividad como consecuencia de la emergencia sanitaria, que, sumada a la caída del precio del petróleo desde comienzos de año, contrarrestan las presiones de costos de la depreciación cambiaria acumulada.”. Así a un año plazo, las medidas de expectativas de inflación se ajustaron a la baja, mientras que a dos años continúan en torno a 3,0%.