Un escenario menos malo, pero rodeado de incertidumbre es el que presentó el Banco Central en su tercer Informe de Política Monetaria del año (IPoM). Con ello, se confirma lo que se venía anticipando: lo peor de la crisis ya habría pasado, aunque para el instituto emisor el avance será bastante lento y sujeto siempre a la evolución de la pandemia.
Y si bien se muestra una leve mejoría en las proyecciones, ya que ahora se espera una caída de entre 5,5% y 4,5% frente al -7,5% y -5,5% previsto en junio, el BC aterriza su mensaje señalando que “el shock negativo provocado por la pandemia es muy significativo, lo que se refleja en el elevado número de personas y empresas que ha visto afectada su fuente de ingresos”.
Por ello enfatiza que “revertir la pérdida de empleos, la caída de ingresos de los hogares, el deterioro del consumo y mantener un flujo de crédito acorde con las necesidades de capital de trabajo e inversión de las empresas, constituyen los mayores desafíos para la recuperación económica y para el aporte de la política pública a la misma”.
En la descripción del escenario base, el ente rector prevé una menor caída de la demanda interna (-7,1% frente al -10,4% de junio). Esto, sustentado, principalmente, por la inversión que pasa de esperar una contracción de 15,9% a 10,6%. Si bien menciona que las perspectivas para el consumo han mejorado, mantiene la previsión de -4,2%.
En este último punto, el ente rector menciona los elementos que hacen prever la mejora de esta variable, entre ellas destaca los programas de ayuda directa como subsidios, postergaciones de pagos, rebajas impositivas, el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario y la aprobación del retiro del 10% de los ahorros previsionales. “Se estima que esto último involucrará recursos del orden de 6% del PIB, de los que cerca de la mitad se destinará a consumo”, señala el informe y el presidente de la entidad, Mario Marcel, añadió más tarde que “el aumento del consumo que se financia con el retiro de los ahorros previsionales es de carácter transitorio, pero está ocurriendo en un momento muy importante del ciclo, en un momento de mayor debilidad en términos de ingreso y actividades algo que fue oportuno, y hacia delante puede ir siendo reemplazado por el consumo demanda financiado con ingreso de trabajadores que vayan recuperando el empleo”.
De hecho, Marcel le puso números, indicando que el consumo privado en 2020 “se vería incrementado en más de 3 puntos porcentuales por el retiro de los fondos previsionales y que la demanda interna se incrementaría en algo de un punto y medio”.
Así, las mayores transferencias fiscales y la adaptación de algunos sectores sumó otros 1,4 pp al PIB de este año, mientras que el retiro del 10% suma otros 1,2 pp.
Por otro lado, han habido factores que estos meses también han impactado a la baja en la estimación, como la extensión de las cuarentenas y una proyección menor sobre la producción minera. Esos elementos restaron 1,2 pp a la estimación de PIB 2020.
Sobre el impacto del 10% en la demanda agregada, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, indicó que este será un efecto transitorio y de corto plazo, de allí que para él “lo que debería preocuparnos es cómo mantener y levantar la economía y no simplemente con una mirada corta. Ese es el desafío”, remarcó.
Mediano plazo
Hacia el 2021 y 2022, el informe reportó que el PIB crecerá entre 4% y 5%, y entre 3% y 4%, respectivamente. “Estas tasas de crecimiento son coherentes con un escenario sanitario que permita el avance paulatino del desconfinamiento, donde los sectores económicos continúen adaptando sus operaciones para desarrollar sus actividades y donde el crédito siga fluyendo para apoyar el proceso de recuperación”. El Central enfatiza que “las proyecciones también suponen un encauzamiento institucional de la crisis social evidenciada a fines del 2019”.
En este punto Marcel puso énfasis en que “mientras las cifras para la actividad en 2020 comienzan a estabilizarse, revelándose que se ha logrado evitar una catástrofe mayor, la evolución de la economía en 2021 y 2022 determinará el legado más profundo de este episodio”.
Como ejemplo, dijo Marcel, “medido solo en la dimensión de ingreso per cápita, a fines de este año habremos retrocedido a un nivel equivalente al de 2013. De haberse mantenido la tendencia del crecimiento entre 1990 y 2008, para 2025 estaríamos cerca de duplicar el ingreso per cápita de 2008. Sin embargo, la suma de los años de bajo crecimiento, la crisis social y la crisis del Covid-19 solo nos permiten proyectar que para ese año, el ingreso per cápita habrá acumulado un aumento del orden de 25% respecto su valor en 2008”.
Asimismo, el Ipom advierte que recién en 2022, la actividad volverá a niveles de septiembre de 2019, previo a la crisis social.
Otro cálculo que realizó Marcel fue cuánto se ha perdido de crecimiento combinando la crisis social y la pandemia. Según el timonel del BC, son cerca de 10 puntos, de los cuales dos tercios corresponden al Covid y el otro a la crisis de octubre.
Para la inflación, el BC afirma que este año cerrara en 2,4%, mientras que el próximo año en 2,8%. “La inflación convergerá a 3% hacia el 2022, con un nivel que, en el corto plazo, no bajará de 2% anual”.
En ese escenario, el ente rector dice que “la política monetaria se mantendrá altamente expansiva, combinando una TPM en su mínimo de 0,5% y medidas no convencionales. Estas últimas serán renovadas o ampliadas si la recuperación de la economía y la convergencia de la inflación a la meta así lo requieren. A su vez, la TPM seguirá en su nivel mínimo durante gran parte del horizonte de política monetaria de dos años”.
En líneas generales los economistas concuerdan con el escenario delineado por el BC. “Más allá de los números, coincidimos en la visión de que la economía experimentará una fuerte caída este año y se recuperará sólo parcialmente en 2021, volviendo a los niveles de 2019 recién a mediados de 2022”, sostiene “. Pablo Cruz, economista jefe de BTG Pactual. En Banchile acotan que “las proyecciones hechas por el BC están en línea con lo esperado y suponen un desconfinamiento paulatino y el control de la crisis social de fines de 2019”. Valentina Konow, socia de FK Economics tiene una visión más negativa ya que que espera una caída de 6%.