En un anticipo del mensaje que debería contener el Informe de Política Monetaria (IPoM) del lunes, el Banco Central decidió por la unanimidad mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 3% y admitió que dado "el menor nivel de la inflación, y sus perspectivas, se requiere mantener el estímulo monetario por un tiempo más prolongado".
Este análisis ya había sido anticipado por el mercado a través de los activos financieros - tasas swap- que semana tras semana mostraban la postergación en el proceso de normalización de la TPM, hasta internalizar que no habría alzas este año. Con este cambio de escenario, el BC se alinea con las expectativas del mercado, dejando atrás lo dicho en el IPoM de diciembre, donde anticipó llegar a una tasa neutral en 2020, lo que se traduciría en unas cuatro alzas de la TPM en 2019.
El mensaje de ayer del BC enfatiza en el empeoramiento del escenario externo, que ha llevado a los bancos centrales mundiales (como la FED de EEUU y el Banco Central Europeo) a entregar un "discurso expansivo", mientras que a nivel interno, si bien los últimos indicadores ratifican el dinamismo de los sectores no mineros, el minero sigue mostrando un "notorio deterioro". Además, señala que el consumo privado y el mercado laboral no han mostrado cambios sustantivos en los últimos meses, reconociendo que "las holguras son mayores que lo estimado previamente, lo que estaría relacionado en buena medida con los efectos de la inmigración en la fuerza laboral", materia que ha sido una constante en sus análisis dada la subestimación del shock migratorio de los últimos dos años.
Sobre inflación, señala que está bajo el rango meta del IPoM por un menor traspaso cambiario, y la mayor competencia en algunos mercados, y que "las expectativas privadas de inflación a plazos más cortos se han reducido en los últimos meses", anclando la expectativa a dos años en 3%.
Cambio de escenario
Para los expertos, la decisión del Central era esperable. Según Patricio Rojas de Rojas y Asociados, "el BC se enfrenta a un panorama en que la economía no está logrando un dinamismo mayor, las holguras siguen abiertas por una demanda más débil y el escenario externo está más complicado, por lo que no hay razón para apresurarse" en aumentar la TPM, que prevé pausa durante 2019. Agrega que el BC "se confió de los datos de inversión, sin considerar que mucho fue renovación de maquinaria y no desarrollo de proyectos".
Para Antonio Moncado de BCI esto "no significa que haya un error en la evaluación por parte del Central, sino un cambio rápido de escenario", previendo que un alza probable de la TPM "se concretara hacia fines de año".
Más tajante es Martina Ogaz de Euroamerica. "Desde septiembre del año pasado vimos al Central con un sesgo restrictivo de la TPM, mientras nosotros advertíamos del deterioro del contexto externo y que las holguras seguían abiertas. Entonces, creemos que se equivocó en el análisis", en tanto que prevé un alza de la TPM hacia fines de 2019.
Reunión de enero
La decisión del Consejo consideró que la evolución de las condiciones macroeconómicas sigue justificando una gradual reducción del estímulo monetario, en línea con lo previsto en el último IPoM.
Reunión de marzo
La decisión del Consejo consideró que, acorde con el análisis contenido en el IPoM y los datos más recientes, el menor nivel de la inflación, y sus perspectivas, se requiere mantener el estímulo monetario por un tiempo más prolongado.