El mercado esperaba que el Banco Central siguiera bajando la Tasa de Política Monetaria (TPM), pero que esta ocasión, en vez de 100 puntos base -como la vez pasada-, lo hiciera en solo 75 puntos bases. Y el ente rector cumplió esa proyección en su Reunión de Política Monetaria de septiembre, llevándola hasta 9,5%, su menor nivel desde julio de 2022. La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros.
En el desglose de su análisis, el ente rector sostuvo que el escenario macroeconómico ha evolucionado acorde con lo anticipado, proyectándose que la inflación convergerá a la meta de 3% en la segunda parte de 2024. “De materializarse las proyecciones del escenario central del Ipom de septiembre (que se publica este miércoles) en el corto plazo la TPM continuará la trayectoria delineada en la reunión previa”, sostienen.
No obstante, el BC apunta que “la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación”, misma frase que ocupó en el comunicado de julio, cuando la reducción fue de 100 pb.
Por ello, “el Consejo reafirma su compromiso de actuar con flexibilidad en caso de que alguno de los riesgos internos o externos se concrete y las condiciones macroeconómicas así lo requieran. El Ipom que se publicará mañana contiene los detalles del escenario central, las sensibilidades y riesgos en torno a este y sus implicancias para la evolución futura de la TPM”. De esta forma, la autoridad mantuvo el mismo sesgo de la reunión anterior.
La visión de la economía interna
En términos generales, la visión del Consejo apuntó a que la actividad y la demanda evolucionan acorde a lo esperado. “Descontada la estacionalidad, en el segundo trimestre, el PIB no minero cayó 0,5% respecto del trimestre previo. A su vez, el consumo privado se estabilizó. La inversión mantuvo un bajo desempeño, aunque con una mejora del componente de maquinaria y equipos”.
Asimismo, destacaron que “el déficit acumulado de la cuenta corriente continuó reduciéndose. El Imacec de julio dio cuenta de un desempeño más positivo de la actividad con un crecimiento de 1,8% anual y de 0,3% mensual desestacionalizado, aunque asociado principalmente a factores transitorios que afectaron a la generación eléctrica y los servicios personales, entre otros”.
Resaltaron que la tasa de desempleo subió a 8,8% en el trimestre móvil terminado en julio, combinando un aumento de la participación en la fuerza de trabajo y los efectos estacionales en el empleo. “El crecimiento anual de las remuneraciones reales sigue recuperándose luego de la contracción de trimestres previos. Las percepciones de la economía de los hogares y las empresas muestran una leve recuperación en lo que va del año”, subrayaron.
El BC comentó que la inflación total y subyacente (sin volátiles) han continuado disminuyendo, aunque siguen en niveles altos. En julio, la inflación total descendió a 6,5% y la subyacente cayó a 8,5% anual. “La baja de la inflación se explica por la reducción de la inflación subyacente de bienes y del componente volátil. La inflación de servicios ha tenido una baja más lenta. Respecto de las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se encuentran en 3%”, aseveraron.
Análisis externo
En el escenario externo, el análisis que hace el ente rector apunta a que también la inflación ha continuado disminuyendo a nivel global, aunque sus perspectivas y las de política monetaria difieren entre países. Por un lado, dicen que “en las economías desarrolladas se anticipa que la política monetaria seguirá siendo restrictiva por un período prolongado”, y por otro, “en varias economías emergentes ya se inició o bien será pronto el comienzo del ciclo de recortes”.
Mencionaron que las perspectivas de crecimiento mundial tanto para este como para el próximo año se mantienen débiles, con lo que el impulso externo que recibirá la economía chilena se mantendrá acotado.
En cuanto a los mercados financieros globales, subrayan que “han reflejado menor apetito por riesgo, asociado a eventos como la rebaja de la calificación de la deuda soberana en Estados Unidos y la incertidumbre respecto del desempeño económico de China y del ritmo de desinflación a nivel global”.
Y puntualizaron que, desde la última Reunión, el dólar se ha fortalecido, las tasas de largo plazo han aumentado y las bolsas han caído. Por último, mencionaron que “los precios de las materias primas han tenido movimientos mixtos, destacando los vaivenes del cobre, el alza del petróleo y la caída de los cereales”.
La visión de mercado
Las expectativas de los economistas apuntan a que el Banco Central continuará bajando la tasa de interés en las próximas dos reuniones que le restan del año: octubre y diciembre. No obstante, algunos ponen un nota de cautela, por las mayores nuevas e incipientes presiones inflacionarias. Entre ellas, se menciona el alza del dólar, los efectos en el precio de las hortalizas y el factor del pasaje del transporte público. Todo eso, ha hecho que la desaceleración de los precios muestren una moderación.
Samuel Carrasco, economista jefe de Credicorp Capital Chile, explica que en el comunicado, el Banco Central se lee algo más cauto respecto a las perspectivas de inflación de corto plazo en comparación con la reunión anterior. “En el comunicado de julio, la autoridad enfatizó que la inflación estaba cayendo algo más rápido que lo proyectado en el Ipom y que el pronóstico de inflación a diciembre probablemente sería revisado a la baja. Esta vez no se menciona ese precedente explícitamente y estimamos que los shocks temporales están de alguna manera moderando esa visión en el corto plazo”, añadió el experto.
Carrasco enumera los factores de riesgos. “La reciente depreciación del peso, el mayor precio del petróleo, el aumento de los precios de los alimentos y el transporte podrían estar generando cierta preocupación al Banco Central en el pronóstico de corto plazo”. Por esta razón, el economista añade que dado el conjunto de información actual el BC optaría por el nivel de 8% para fin de año en lugar del 7,75%”.
Felipe Alarcón, economista asesor de Euroamerica, afirma que si bien ha habido una mayor inflación en lo reciente, “que no estaban contempladas previamente, pero que por ahora no se ve que impidan alcanzar la meta hacia mediados del próximo año”. El economista dijo que es probable que el BC mantenga el ritmo de reducción de la tasa de interés a este ritmo, es decir de 75 puntos base, en las próximas reuniones. De esta manera, la Tasa de Política Monetaria que terminaría en 8% este año y alcanzaría 4% a mediados de 2024″.
El investigador de Clapes UC, Ignacio Muñoz, añade que “en el plano interno se confirma que el consumo se estabilizó, pero siguen bajas las tasas de inversión. Mientras que la inflación si bien ha bajado, “todavía el Banco Central la califica como alta y recién espera que converja a la meta en el segundo semestre de 2024″. El analista espera que este año la TPM finalice en torno a 8%.
En Scotiabank esperan que en el Informe de Política Monetaria (Ipom), que se publicará este miércoles, “muy probablemente delineará un escenario base con recortes de 75 puntos base en las próximas dos reuniones del año, dejando la TPM en 8% a diciembre”. En este escenario afirman que “solo la concreción de escenarios de riesgo podría llevar a acelerar nuevamente el proceso de recortes”.
Desde Santander argumentan que en el comunicado señala que “de materializarse las proyecciones del escenario central del Ipom de septiembre, en el corto plazo la TPM continuará la trayectoria delineada en la Reunión previa. Esto significa que se debiese producir rebajas adicionales por entre 150 pb y 175 pb de aquí a fin de año, con lo que la tasa cerraría entre 7,75% y 8%, en línea con lo señalado por algunos consejeros en las últimas semanas”. Y en Bice dicen que”hacia fines de año, esta tasa se ubicaría en torno a niveles de 7,75%”.