El cobre ha tenido una racha alcista desde fines del año pasado. Y hoy lo tiene bordeando los US$4 la libra. Este cambio de tendencia llevó a que el Banco Central elevara la proyección del metal para este año de US$3,20 la libra a US$3,95 la libra.

“El precio del cobre ha aumentado significativamente, llegando a valores no observados desde el 2011”, menciona el instituto emisor agregando que “tras la fuerte caída al comienzo de la pandemia, el precio prácticamente se duplicó, superando los US$4 la libra en los últimos meses”.

Esta tendencia positiva continuará en el 2022 y el 2023, promediando US$3,75 y US$3,55 la libra, respectivamente. “Esto representa una corrección al alza relevante respecto de informes anteriores y considera que algunos de los factores que han presionado el precio en lo más reciente perderán algo de tracción”, dice el Central

Para el BC, la rápida recuperación de la demanda mundial y las interrupciones de oferta presionaron al alza el precio del cobre desde la segunda mitad del 2020. “El fuerte repunte de la inversión china, de la producción industrial global —apoyada por el sesgo relativo del consumo hacia bienes durables— y de la construcción residencial en Estados Unidos impulsaron la recuperación de la demanda global de cobre”.

Pese a las buenas perspectivas para el metal, el gerente de la división de Política Monetaria, Elías Albagli, descartó que el BC esté señalando que estamos en un superciclo. “Si entendemos un súper ciclo como un período entre 3 a 5 años -con precios comparados con los niveles de hoy sería en torno o superiores a US$4 la libra tal como sucedió entre 2005 y 2013- no estamos proyectando algo de esa magnitud. No estamos proyectando un superciclo del precio de los commodities y en especial del cobre”.

Las razones

Por qué?  De acuerdo al Central, se espera que los factores que determinaron el alza reciente del precio pierdan algo de fuerza hacia adelante. Según se explica, la rápida recuperación de China se fundamenta en la implementación de políticas fiscales y monetarias expansivas.

Si bien esto es similar a lo ocurrido tras la Crisis Financiera Global del 2008-2009, en esta ocasión las políticas fueron algo menos expansivas y, además, serían más transitorias que en ese entonces.

Asimismo argumentan que las autoridades chinas han manifestado su preocupación en torno al alto nivel de endeudamiento de la economía y anunciaron un objetivo de crecimiento que es marginalmente superior al efecto arrastre del 2020, dejando en evidencia su cautela respecto de cómo prevén que seguirá la recuperación. “Más aun, la intención del gobierno de impulsar el consumo frente a la inversión como motor de crecimiento, le quitaría impulso a la demanda de cobre hacia adelante”, dice el BC. Por último, agregan que “el reciente paquete fiscal anunciado en EE.UU. podría revertir la depreciación del dólar observada desde hace un año, considerando el mejor desempeño relativo esperado para EE.UU. respecto del resto de las economías”.

Para finalizar su análisis el ente rector subraya que  el alza reciente del precio del cobre se explica por factores de demanda, de oferta y financieros, todo ellos se espera pierdan fuerza hacia adelante, quitándole presión a la tendencia alcista de los precios. Sin embargo, puntualizan que “no es descartable que en las próximas décadas la denominada “ola verde” impulse el precio por un período más largo de tiempo”.