El Banco Central ya lo había adelantado en su reunión de Política Monetaria de marzo. Y hoy lo reafirmó al subir su rango de crecimiento esperado para este año pasando de 5,5% a 6,5% a uno entre 6% y 7%.
Si bien el BC reconoce que en lo inmediato, se anticipa un retroceso por el endurecimiento de las medidas sanitarias, el cual impactará en el segundo trimestre, principalmente abril, las perspectivas de actividad para este año son superiores a las previstas en el IPoM de diciembre.
Esto se explica por el mejor punto de partida dejado por la economía entre fines del 2020 y comienzos del 2021, el favorable panorama internacional y el rápido avance del proceso de vacunación. “La nueva evidencia acumulada sobre los efectos de este último factor permite prever que hacia el segundo semestre habrá una apertura avanzada de la economía. Todo esto se ha traducido en mejores expectativas de empresas y hogares, y mayores proyecciones privadas de crecimiento”.
Sobre este punto, el presidente del Banco Central,Mario Marcel, explicó qué “el impacto de los nuevos confinamientos empezaron a fines de marzo, y se intensificará en abril. De ahi en adelante lo que estamos suponiendo es que esas medidas sanitarias se van a ir retirando gradualmente hasta el momento en el cual el impacto de la vacunación sea mucho más significativo. Esto es por las señales que ha entregado la autoridad sanitaria”, puntualizó.
Así, para las principales variable de la demanda, el BC las ajustó al alza: la inversión pasó de una estimación de 7,3% a 9,2%, mientras que el consumo subió de 10,3% a 11,5%. Con ello, la demanda interna avanzará 11,7% (9,4% en IPoM pasado).
De acuerdo al BC, las proyecciones del escenario central suponen que el impulso externo seguirá siendo positivo, con términos de intercambio en torno a 10% superiores a lo previsto en diciembre y una economía mundial que tendrá una recuperación importante en 2021.
Sobre la política fiscal, se asume que “se mantiene un importante impulso durante este año, que se irá reduciendo en la medida que la emergencia sanitaria ceda y se avance en el proceso de consolidación fiscal”. Asimismo, se considera que el proceso de discusión constitucional seguirá los cauces institucionales previstos y que no se repetirán episodios graves de violencia”.
Mercado laboral, el rezagado
Aunque la recuperación se ha ido extendiendo, el mercado del trabajo aún muestra rezagos importantes, especialmente en algunos sectores. De acuerdo al Banco Central, la información disponible al cierre del IPoM muestra que el empleo se ha recuperado en las distintas categorías ocupacionales, pero sigue estando significativamente por debajo de los niveles que mostraba previo a la pandemia.
Por sectores, el IPoM detalló que “la recuperación del empleo ha sido más lenta en los servicios de mayor interacción personal. Actividades como el alojamiento, servicios de comidas y eventos artísticos y recreativos, siguen entre las más afectadas”.
Marcel añadió que se “debe monitorear cuidadosamente cómo evoluciona la economía en esta nueva etapa, debido a las posibles secuelas del inédito shock que hemos sufrido. La recuperación probablemente continúe siendo heterogénea, con rezagos aún relevantes en los sectores más intensivos en interacción social y empleo, lo que ayuda a explicar las importantes brechas que persisten en el mercado laboral”.
Para 2022 se mantiene entre 3% y 4%. Para el 2023, se ubica entre 2,5% y 3,5%, algo por debajo de la estimación de crecimiento tendencial. En todo caso, puntualiza que “la incertidumbre sobre esta última estimación es alta, pues la pandemia ha provocado efectos importantes en distintos ámbitos, como la salud financiera, la productividad de las empresas o la funcionalidad de las cadenas logísticas, los que podrían tener efectos variados en la capacidad de crecimiento de mediano plazo”.
Inflación al alza, pero transitoria
La inflación tendrá un aumento transitorio hasta cerca de 4% en los próximos meses debido a los mayores precios de la energía y otros componentes volátiles, iniciando su convergencia hacia la meta de política en la última mitad del año.
Detalla que “antes de iniciar su convergencia a 3%, la inflación anual se verá afectada por el bajo precio del petróleo del segundo trimestre del 2020 que, combinado con su alza de los últimos meses, llevará la variación anual del IPC a valores cercanos a 4%”. En dirección opuesta, operará la apreciación del peso respecto de sus niveles de fines del año pasado.
Así con respecto a la política monetaria, el Consejo considera que, si bien las perspectivas para la economía han mejorado, la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política requiere que la política monetaria siga siendo altamente expansiva. Con esto, añade que “la TPM se mantendrá en su mínimo de 0,5% hasta que la recuperación de la economía se afiance y se vaya propagando a los componentes del gasto más rezagados, lo que aún tomará varios trimestres”.
Los riesgos
Para el Centra, pese al positivo desempeño reciente de la economía, persisten varios riesgos por lo inédito del shock ocasionado por la pandemia. Por un lado, el impacto del proceso de vacunación aún tiene un trecho por recorrer hasta que se refleje en la evolución epidemiológica y las medidas sanitarias. Se agrega la posibilidad de nuevas oleadas de contagios y nuevas cepas del virus. Por otro lado, mencionan que “es posible que se materialice una menor velocidad de recuperación en el mercado laboral y la inversión”. También existen escenarios donde el crecimiento de corto plazo podría superar lo previsto. Por todo ello el consejo estima que tanto la inflación como la actividad presentan un balance de riesgos equilibrado.