En medio de un escenario de marcada incertidumbre por la evolución de la pandemia y la extensión de las medidas sanitarias, el Banco Central corrigió a la baja la previsión de crecimiento para este año, pero subió su proyección de para el próximo.
Si en el informe de septiembre proyectaba una merma entre -5,5 y -4,5% ahora ese rango está entre -6,25% y -5,75%. Detrás de este ajuste está una peor perspectiva para el consumo que pasó de -4,2% a -6,3% y para la inversión que pasó de -10,6% a -13%.
Para 2021, en tanto, la proyección se ubica entre 5,5% y 6,5% por arriba del rango previsto en el informe de septiembre donde fijo un rango entre 4 y 5%.
Este mayor crecimiento estará sustentado por un fuerte impulso que tendrá el consumo privado. Para esta variable, el BC subió su proyección de 6,8% estimada en septiembre a 10,3% en este reporte. “El escenario central considera que, en lo inmediato, el consumo seguirá impulsado por el retiro de ahorros previsionales, aunque el impacto del segundo retiro se estima menor al del primero”.
En parte, esto responde a que la caída de ingresos provocada por la pandemia ya habría sido más que compensada por las medidas previas, y porque los recursos que podrían retirarse se concentran en los quintiles de ingresos más altos -que tienen menos incentivos a utilizarlos para consumo”, sostiene el informe del BC.
En ese sentido, agrega que “combinando el efecto de la recuperación de los ingresos del trabajo, las transferencias gubernamentales y el retiro de ahorros previsionales, el consumo privado aumentará en torno a 11% el 2021, después de retroceder cerca de 7% en el 2020”.
Para la inversión, en tanto, el ente rector prevé un alza de 7,3%, menor al 8% proyectado en septiembre. “La inversión, más allá de la reactivación de proyectos públicos y privados, se está viendo afectada por la situación financiera de las empresas y la persistente incertidumbre”, indica el Central.
También mejoró la proyección del precio del cobre pasando de US$2,8 la libra a US$3,20 la libra. “China ha liderado la recuperación, con varios indicadores que ya igualan o superan sus niveles previos a la pandemia. Esto ha contribuido al dinamismo del comercio internacional de bienes, que ha sido más resiliente de lo esperado y ha afectado positivamente a variables como el precio del cobre, consolidándolo por sobre los US$3 la libra”.
Con respecto al mercado laboral, el BC menciona que ha mostrado alguna recuperación, con un aumento del empleo respecto de mediados de año. Sin embargo, subrayó -tal como lo hizo el lunes en la Reunión de Política Monetaria- que el recién anunciado retroceso de la Región Metropolitana a la Fase 2 del plan “Paso a Paso” puede retrasar en algo el proceso de recuperación de la economía, pero también puede reducir el riesgo de acciones más drásticas a futuro. Asimismo, destacó que los últimos datos muestran que se ha recuperado cerca de un tercio de los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia.
Los escenarios
Entre sus mensajes principales, el BC resaltó que el escenario macroeconómico sigue mostrando más incertidumbre que lo usual, con proyecciones muy condicionadas a la evolución de la pandemia y a sus efectos en los ingresos de empresas y personas, y por ello se sigue proyectando que solo hacia el 2022 retornará a los niveles de septiembre del 2019.
“El riesgo de un aumento significativo de los contagios sigue plenamente vigente, y podría tener efectos económicos relevantes si se deben reimponer medidas sanitarias más restrictivas. De concretarse un escenario como este, sería necesario evaluar acciones que aumenten el impulso monetario”, acotó. No obstante, precisó que a mediano plazo, la severidad de este escenario es menor dado los avances en el desarrollo de vacunas.
De hecho, el BC delineó lo que espera del proceso de vacunación. En primer lugar, dijo que se espera que este comience en algunos países en lo que queda del 2020 y en la mayor parte del mundo durante el 2021. Así, la inmunidad de grupo se alcanzará en algunos países a partir del segundo y tercer trimestre del 2021, y en el resto del mundo entre fines del próximo año y durante el 2022. “La desaparición del distanciamiento social, el levantamiento total de las restricciones y la adecuación del comportamiento de la población se constatará solo una vez que los países alcancen la inmunidad de grupo”. De esta manera, el escenario central de este IPoM asume que el impacto económico de las vacunas en el crecimiento se dará en algunas economías a partir de la segunda mitad del 2021 y más generalizadamente durante el 2022.
Aunque los riesgos sanitarios parecen más equilibrados, en particular en el mediano plazo, las secuelas de la crisis sugieren un panorama económico con riesgos balanceados para la inflación, pero sesgados a la baja para la actividad.
Expertos
Los economistas entregaron visiones encontradas sobre el escenario trazado por el Central. Por un lado, Alejandro Fernández, economista de Gemines, dijo que “la proyección de 2021 me parece definitivamente optimista, aunque es posible en un escenario político-institucional extremadamente favorable”, mientras Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, añadió que “sin duda se trata de una visión optimista, aunque de todas formas posible en función de la normalización de la economía y medidas de apoyo, tanto del lado monetario y fiscal”. Sebastián Díaz, analista macroeconómico de Pacífico Research, acotó que “más allá de las proyecciones puntuales, el Ipom de diciembre da cuenta de que prevalecen grados enormes de incertidumbre”.