El Banco Central de Argentina (BCRA) dispuso en la madrugada de ayer un límite de compras mensuales de US$200 dólares a través de cuentas bancarias y de US$100 para la adquisición en efectivo. La medida tiene por objetivo "proteger las reservas internacionales y permitir al nuevo gobierno contar con más grados de libertad para la implementación de sus políticas económicas", señaló más tarde el presidente de la entidad, Guido Sandleris.
La medida permitió que la divisa transandina se apreciara 0,82%, con lo que ayer se configuró como la moneda de mayor avance frente al dólar en el mundo. Sin embargo, no todo es color de rosa.
Estas medidas, que estarán en vigencia por lo menos hasta el 31 de diciembre, "no son gratuitas para la economía", advirtió la autoridad monetaria.
Desde su punto de vista, la victoria de Alberto Fernández, a quien felicitó por los resultados, "abre una transición entre dos administraciones de distinto signo político, en un contexto de alta incertidumbre económica". La situación es particular en su país, debido a que "no es normal que una elección presidencial genere el nivel de incertidumbre y volatilidad que hemos visto en estos meses. Esto no ocurre en otros lugares del mundo".
Para Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio, el aumento de las restricciones a la compra de dólares "implican en la práctica el virtual cierre del mercado cambiario".
En declaraciones a Reuters, el experto sostuvo que "la reducción significativa de los montos que pueden adquirirse para atesoramiento impactó en la demanda mayorista, con un cambio de tendencia respecto de lo visto hasta el final de la semana pasada".
Los volúmenes movilizados con el tipo de cambio durante este lunes fueron de los más bajos de octubre y entre los más reducidos en los últimos dos meses, según coincidieron los operadores. Pese a ello, los exportadores liquidaron algo más que en ruedas anteriores, superado el impacto de las elecciones.