El Banco Central de Venezuela (BCV) obliga desde febrero a bancos comerciales a ofrecer a empresas y personas millones de euros en efectivo provenientes en parte de la ventas de reservas en oro, con un esquema fuera del control cambiario vigente, dijeron cinco fuentes del sector financiero y privado.
Antes, los entes estatales adquirían materias primas en el exterior y las vendían a empresas locales en moneda local. Hoy no pueden hacerlo tan fácilmente ante las restricciones impuestas por la banca internacional para transferir dinero después de las sanciones de Estados Unidos que buscan cercar al gobierno de Nicolás Maduro.
Desde hace un par de meses, la autoridad monetaria resolvió usar los billetes de euros que tiene en sus activos y obligar a los bancos a venderlos al sector privado cada semana a fin de que sean los mismos empresarios los que compren suministros para la producción.
El problema del mecanismo es que los euros son entregados en efectivo o depositados en cuentas en divisas en entidades locales, pero los bancos venezolanos no están facilitando a los clientes transferir el dinero a cuentas fuera del país para que puedan pagar a proveedores internacionales, según los consultados, que pidieron el anonimato.
Las instituciones financieras locales cuentan con pocos bancos globales que le sirvan de intermediarios y prefieren trabajar con cautela a la hora de mover fondos al exterior por temor a perder esos servicios bajo las sanciones vigentes, dijeron los consultados.
Como las empresas o particulares encuentran difícil movilizar los billetes de euros al exterior por cuenta propia, están comprándolos a la tasa oficial para pagar servicios o a empleados dentro del país, explicaron las fuentes.
Así, las empresas optan por liquidar con euros a proveedores locales, dar bonificaciones a empleados o cancelar dividendos a sus accionistas, según cuatro ejecutivos de empresas y bancos. "En la práctica lo que más funciona son las entregas de los euros en efectivo a los clientes", dijo otra de las fuentes del sector financiero.
Una empresa está comprando "alrededor de 20.000 euros en billetes en promedio", agregó. El Banco Central no respondió a solicitudes de comentarios sobre el mecanismo. A las empresas y particulares les interesa adquirir los euros porque la tasa de cambio oficial de Venezuela es más atractiva que el precio del dólar paralelo que rige la mayoría de las compras y ventas en el país, lo que les permite obtener una ganancia cambiaria.
En Venezuela, que vive su segundo año de hiperinflación, es cada vez más común que negocios cobren en divisas y los empleados exijan pagos en otras monedas distintas al bolívar, que se ha debilitado casi un 88% en lo que va del año frente al dólar.
En las ciudades los comercios mejor surtidos cobran en divisas o el equivalente en moneda local a la tasa del mercado paralelo, mientras en zonas fronterizas casi todo se transa en pesos colombianos y reales brasileños.