El Banco de Japón mantuvo su política monetaria estable el jueves y reafirmó su opinión de que la economía está en una situación sólida, aun en momentos en que los temores a una desaceleración del crecimiento mundial sacuden los mercados y reducen las perspectivas de alcanzar su objetivo de inflación de un 2%.
En una medida ampliamente esperada, el Banco de Japón (BoJ, por su sigla en inglés) mantuvo su objetivo de tasas de interés a corto plazo en menos 0,1% y su objetivo de rendimiento de la deuda soberana a 10 años en torno al cero%. La decisión fue tomada por una votación de 7-2.
"La economía de Japón se está expandiendo moderadamente", mientras que las economías extranjeras continúan creciendo de manera constante en su conjunto, dijo el banco central en un comunicado donde anunció su decisión.
El BoJ enfrenta un dilema en momentos en que años de fuerte impresión de dinero lo han dejado con pocas municiones para luchar contra otra recesión, y la desaceleración económica mundial lo está privando de cualquier posibilidad a corto plazo para reponer su conjunto de herramientas.
Incluso mantener el estímulo actual está resultando costoso ya que las tasas ultra bajas reducen las ganancias de los bancos regionales y sus enormes compras agotan la liquidez del mercado de bonos.
"El BoJ está atrapado entre la necesidad de abordar los efectos secundarios de su estímulo y las perspectivas de una desaceleración global y una guerra comercial. Por eso, es posible que no pueda avanzar en ninguna dirección el próximo año". dijo Hiroshi Shiraishi, economista senior de BNP Paribas Securities.
"El BoJ podría verse obligado a una mayor expansión monetaria en el 2020 a medida que las economías de China y Estados Unidos se desaceleren más, lo que perjudicaría las exportaciones y el gasto de capital de Japón", agregó.