El presidente del Banco Mundial, David Malpass, sugirió este miércoles que la guerra de Rusia en Ucrania y su impacto en los precios de los alimentos y la energía, así como la disponibilidad de fertilizantes, podrían desencadenar una recesión mundial.
Malpass dijo en un evento organizado por la Cámara de Comercio de EE. UU. que la economía de Alemania, la cuarta más grande del mundo, ya se ha desacelerado sustancialmente debido a los precios más altos de la energía, y dijo que la reducción de la producción de fertilizantes podría empeorar las condiciones en otros lugares.
“Mientras observamos el PIB global... es difícil en este momento ver cómo evitamos una recesión”, dijo Malpass. Sin embargo, no dio un pronóstico específico.
Asimismo, el presidente de la entidad mundial dijo que se esperaba que las economías de Ucrania y Rusia sufrieran una importante contracción, mientras que Europa, China y Estados Unidos registraban un crecimiento más lento.
Los países en desarrollo, en tanto, se están viendo aún más afectados por la escasez de reservas de fertilizantes y alimentos y suministros de energía, dijo Malpass.
“La idea de que los precios de la energía se dupliquen es suficiente para desencadenar una recesión por sí sola”, señaló.
En China, por su parte, el presidente del Banco Mundial afirmó que la desaceleración relativamente brusca del crecimiento se basaba en la pandemia del Covid-19, la inflación y la crisis inmobiliaria preexistente al país.
Cabe recordar que el mes pasado el Banco Mundial ya había recortado su pronóstico de crecimiento global para 2022 en casi un punto porcentual completo, de 4,1% a 3,2%, debido a los impactos de la invasión rusa de Ucrania.