La ruta profesional que ha recorrido Mario Marcel, la cual lo lleva ahora a convertirse en el jefe de las finanzas del gobierno de Gabriel Boric a partir del próximo 11 de marzo, cuenta con una nutrida experiencia en importantes organismos multilaterales, los mismos con los que seguramente se reencontrará en su rol como ministro de Hacienda.
“Sin duda, su paso por multilaterales le da una amplia experiencia porque le da una perspectiva amplia respecto al funcionamiento de estas instituciones”, indica Santiago Levy, quien como vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tuvo bajo su jefatura a Marcel.
“No muchos economistas tienen la experiencia que tiene Mario. Ha tenido una experiencia internacional muy amplia, fue director de presupuesto en el ministerio de Hacienda en la primera administración de Bachelet y luego estuvo en el Banco Central. Esa combinación pocas personas la tienen y eso es una gran ventaja ahora que le toca enfrentar un reto muy grande”, agrega el economista mexicano.
Bancos de desarrollo y un organismo de asesoría
Los caminos que transitó en la arena internacional parten justamente en el BID, cuando en septiembre 1997, por mandato del entonces presidente Eduardo Frei, asume como Director Ejecutivo para Chile, cargo que también asumió como responsable para Ecuador.
Aunque en esa posición no formaba parte del staff de la entidad, varios años más adelante llegaría esa oportunidad, cuando en 2007 llega como gerente del Departamento de Capacidad Institucional y Finanzas, lugar en el que lidera un equipo de 200 personas. Fue allí donde se encontró con Levy, quien parte por subrayar que “Mario fue un excelente gerente”.
Según recuerda, asumió retos importantes en el cargo, dado que “estaba desarrollando áreas de préstamos y cooperaciones técnicas y de investigación en campos relativamente novedosos para el BID”. Aunque su primera responsabilidad eran los préstamos de reformas tributarias, fiscales y financieras, también fue pionero en áreas de trabajo que recién se habían creado en materia de transparencia, en el combate a la corrupción, de seguridad pública y de fortalecimiento institucional.
“Esas son áreas donde típicamente los bancos de desarrollo, ni el Banco Mundial ni el BID, habían trabajado, pero la región requería ayuda de los multilaterales, particularmente del BID en todas estas áreas. Mario fue responsable de iniciar, en gran medida, el trabajo del Banco en aquello, es decir, en préstamos, investigación y cooperaciones técnicas”, detalla Levy, quien destaca que “Mario jugó un papel muy importante en el Banco porque ayudó en algo que fue más allá de su departamento”.
Es por eso que reconoce que “todos estábamos muy triste cuando se fue a la OCDE”. A este organismo parte cuando deja el BID por segunda vez en febrero de 2011. Allí asume como Director Adjunto de Gobernanza y Desarrollo Territorial, con 80 personas a cargo.
Mario López-Roldán, director del Centro de México de la OCDE, trabajó con Marcel en esos tiempos, cuando formaba parte del Gabinete del Secretario General del organismo. “Mario realizó contribuciones importantes en temas clave para la OCDE: la confianza en el gobierno, la efectividad de las políticas públicas, desarrollo regional y el papel de las mujeres en la administración pública”, comenta.
En el tiempo que compartieron, también se llevó una buena impresión del sucesor de Rodrigo Cerda en Hacienda. “Marcel siempre me pareció un gran profesional, con un excelente equilibrio entre capacidad técnica, rigor económico y conciencia social”, indica López-Roldán, quien se quedó con una “excelente impresión” del economista chileno. “Siempre me pareció un gran profesional, con un excelente equilibrio entre capacidad técnica, rigor económico y conciencia social”, destaca.
Posteriormente, en julio de 2014 llega a la tercera institución multilateral, el Banco Mundial, donde asume como Director de la Práctica de Buen Gobierno, departamento que “apoya a los países clientes para ayudarlos a construir instituciones capaces, eficientes, abiertas, inclusivas y responsables”, según describe el mismo BM.
Allí estuvo a cargo de 900 personas -cifra que supera el staff de 750 del Banco Central-, quienes estaban organizados en cuatro subdirecciones y 25 agencias. No sólo el número representó un desafío para el liderazgo de Marcel. Durante su gestión se echó a andar con éxito un nuevo modelo de estructura y de organización, denominado “matricial”, el cual se refiere a que hay una cantidad de especialistas que funcionan desde la sede central y luego como gerencias regionales y luego representaciones en países o zonas.
A la luz de toda esta experiencia, Levy considera que “la designación (de Marcel como ministro de Hacienda), fue muy atinada por parte del Presidente electo. Va a traer una gran experiencia y al mismo tiempo un gran compromiso social. Va a ser un gran colega del resto del gabinete”.