Banco Mundial vuelve a reducir sus expectativas para el PIB de Chile en 2024 y mantiene su proyección para 2025 y 2026
El Banco Mundial entregó sus perspectivas, para Chile y el resto del mundo, bajo un contexto de que ve más complejo el trabajo para impulsar las economías de los países en desarrollo.
Un escenario con ajustes al último informe de octubre fue el que entregó el Banco Mundial respecto a las perspectivas para la economía de Chile. En el último reporte del organismo internacional mantuvo la estimación de que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile crezca un 2,2% en 2025 y 2026.
“Se espera que la economía de Chile se expanda en un 2,2 % anual, beneficiándose de las exportaciones de energía verde a pesar de la menor demanda de China”, comentó el Banco Mundial en un comunicado.
Sin embargo, en el informe pasado, el Banco Mundial veía a Chile cerrando el año 2024 con un PIB de 2,5% y ahora estima un 2,4%. Una nueva caída considerando que entre junio y octubre pasado se redujo la estimación del PIB de un 2,6% a un 2,5% en 2024.
Mientras que, en el último Informe de Política Monetaria (Ipom) del Banco Central, la proyección de PIB, para el 2024, se ubicó en 2,3% y para los dos años siguientes, 2025 y 2026, la proyección se ubicó en un rango de 1,5% y 2,5%.
Un desempeño preliminar de la economía de Chile durante el año pasado se conocerá en febrero de este año, cuando se conozca el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de diciembre pasado. Luego, una cifra más detallada, será la publicación de la Cuentas Nacionales al cuarto trimestre del 2024, una información que se conocerá en marzo de este año.
El documento del Banco Mundial destacó a Chile, junto con Colombia y Perú, por su crecimiento durante del año vía exportaciones e inversión. Esto en el contexto de que América Latina y el Caribe se redujo su expectativa de crecimiento en 2024 a un 2,2% por un contexto de menor consumo público y privado.
“Se espera que la demanda externa de materias primas relacionadas con la energía verde, como el cobre y el litio, impulse las exportaciones del país, compensando en parte la reducción de la demanda causada por la ralentización del sector inmobiliario chino”, agregó el informe sobre Chile.
De esta forma, entre las amenazas directas para el país, el Banco Mundial identificó un mal desempeño en la economía de China, en especial atención con el sector inmobiliario del gigante asiático.
En el informe del Banco Mundial, Chile es vuelto a nombrar por estimar un desempeño mixto en indicadores de la economía.
El Banco Central de Chile también fue mencionado, junto a sus pares de Colombia y Perú, por continuar el proceso de baja en la Tasa de Política Monetaria (TPM). El Banco Mundial lo destaco porque en Brasil el proceso de baja en los tipos se ralentizó por la presión de la inflación subyacente en dicha nación.
De cara al futuro, el Banco Mundial también mencionó que “se prevé que la inflación se acerque al objetivo del Banco Central durante el segundo semestre de 2025, lo que dejará margen adicional para una mayor relajación monetaria en apoyo de la demanda interna”. Un escenario que va en línea con el Banco Central, que estima que el Índice de Precios al Consumidor de 2025 llegará a 3,6% en diciembre de dicho año.
Frente a sus pares, y en relación con la estimación de crecimiento, el panorama del Banco Mundial se mantiene en línea con el reporte anterior. En 2024 Chile se ubicaría por debajo de Paraguay (4%), Uruguay (3,2%), Brasil (3,2%) y Perú (3,1%). Mientras que, el país crecería, este año, más que Argentina (-2,8%), Ecuador (-0,7%), Bolivia (1,4%) y Colombia (1,7%). Chile también crecería este año más que México (1,7%).
En tanto, para este 2025, de cumplirse las estimaciones del Banco Mundial, Chile crecería menos que Argentina (5%), Paraguay (3,6%), Colombia (3%), Uruguay (2,6%) y Perú (2,5%). Mientras que, el país crecería lo mismo que Brasil (2,2%) y más que Ecuador (2%), Bolivia (1,5%) y México (1,5%).
Frente a Latinoamérica y El Caribe, en 2024, Chile crecería más que el bloque (2,2%), pero en 2025 y 2026 sería superado por el conjunto de naciones (2,5% y 2,6%, respectivamente). Entre el informe de octubre y el reciente, el Banco Mundial revisó al alza las expectativas de crecimiento para la región de un 1,9% al 2,2%.
“Se espera que (Latinoamérica y El Caribe) muestre una recuperación en 2025 y 2026, apoyada por el descenso de la inflación y una política monetaria acomodaticia. El desempeño económico de la región dependerá de una combinación de factores internos e internacionales, en que los precios de los productos básicos y la demanda mundial tendrán un papel moderado”, agregó el Banco Mundial sobre la región.
Contexto mundial
Las perspectivas de Chile y sus pares se entregaron por el Banco Mundial en un contexto en que, según el organismo internacional, se prevé que el trabajo para las economías en desarrollo “será más difícil”.
“Las economías en desarrollo, que generan el 60 % del crecimiento mundial, terminarán el primer cuarto del siglo XXI con las perspectivas de crecimiento a largo plazo más desalentadoras desde el año 2000, según la última edición del informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial.
De esta forma, el organismo internacional ve que la economía mundial se estabiliza, pero que las naciones que están en desarrollo “progresarán más lentamente para alcanzar los niveles de ingreso de las economías avanzadas”.
Se prevé que la economía mundial se expandirá un 2,7 % tanto en 2025 como en 2026, el mismo ritmo que en 2024, a medida que la inflación y las tasas de interés desciendan gradualmente.
Por otro lado, el Banco Mundial espera que el crecimiento de las economías en desarrollo se mantenga estable en alrededor del 4 % durante los próximos dos años. “Este desempeño sería más débil que antes de la pandemia, e insuficiente para promover los avances necesarios que permitan aliviar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo más amplios”, alertó el organismo internacional.
“Los próximos 25 años serán más difíciles para las economías en desarrollo que los últimos 25 años”, dijo Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior de Economía del Desarrollo del Grupo Banco Mundial.
Gill apuntó que “la mayoría de las fuerzas que antes favorecieron su auge ahora se han disipado. En su lugar, han surgido factores adversos desalentadores: elevadas cargas de la deuda, escaso crecimiento de la inversión y de la productividad, y aumento de los costos del cambio climático”. Entre las fuerzas que fueron en retirada, el Banco Mundial destacó la caída del comercio mundial y la baja en los ingresos per cápita en las economías en desarrollo, a excepción de China y la India.
“En los próximos años, las economías en desarrollo necesitarán un nuevo modelo estratégico que haga hincapié en las reformas internas para acelerar la inversión privada, profundizar las relaciones comerciales y promover el uso más eficiente del capital, el talento y la energía”, agregó Gill.
El Banco Mundial resaltó la importancia de las economías en desarrollo por su mayor protagonismo en la economía mundial, pero también matizó su avance sigue dependiendo del buen desempeño de Estados Unidos, la zona euro y Japón. A este grupo, el organismo internacional también añadió a China.
“Un buen punto de partida sería establecer asociaciones estratégicas para el comercio y la inversión con los mercados en rápida expansión de otras naciones en desarrollo. Modernizar la infraestructura de transporte y estandarizar los procesos aduaneros son medidas fundamentales para reducir gastos innecesarios y fomentar una mayor eficiencia comercial. Por último, la aplicación de políticas macroeconómicas acertadas en los países fortalecerá la capacidad de estos para sortear las incertidumbres sobre el panorama mundial”, comentó M. Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
En el informe se sostiene que las economías en desarrollo tienen numerosas opciones para mejorar sus perspectivas de crecimiento, a pesar de los factores desfavorables. “Con las políticas adecuadas, estas economías pueden incluso transformar algunos desafíos en grandes oportunidades. Abordar las necesidades de infraestructura, acelerar la transición climática y mejorar el capital humano pueden mejorar las perspectivas de crecimiento y, al mismo tiempo, ayudar a alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo. Mientras tanto, todos los países deberían trabajar juntos para fortalecer la gestión del comercio mundial, con el apoyo de las instituciones multilaterales”, agregó el Banco Mundial.
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