Ya son US$ 12.577 millones que los bancos del país han aprobado (al 14 de agosto) mediante el mecanismo Covid-Fogape, pero el ritmo empieza a menguar.
Y no solo porque el universo de potenciales beneficiarios se estrecha, sino también porque las propias entidades financieras empiezan a dejar de lado las líneas de financiamiento entregadas por el Banco Central.
La entidad encabezada por Mario Marcel, estableció en marzo el programa de Financiamiento Condicional al Incremento de las Colocaciones (FCIC), el cual fue ampliado en junio por un monto global equivalente a US$ 16.000 millones, el cual entregaba recursos a los bancos con cargo a su cartera comercial.
Pero eso empieza a acabarse. El presidente de la Asociación de Bancos, José Manuel Mena, señaló este viernes que “debemos destacar que la magnitud alcanzada en este programa, en algunos casos ha llegado a los límites definidos por el Banco Central (BC) en el uso de colaterales, esto quiere decir, en las garantías que los bancos deben entregar para recibir las líneas que permiten nuevos créditos”.
Por ello, apuntó que “está pendiente si el BC va a flexibilizar dichas garantías para que este programa, que por ley concluye en abril de 2021, no quede detenido por falta de financiamiento, dado que el actual esquema de garantía que se ha usado en estos cuatro meses, se ha agotado en varias instituciones”.
La banca hasta ahora venía usando como colateral los créditos comerciales de la cartera individual clasificados hasta la categoría A4, por lo que lo ideal sería poder aumentar esta categoría al A5 y A6, de menor calidad crediticia, para poder seguir prestando créditos Fogape, de lo contrario, el programa se podría detener.
Con todo, para los créditos que entrega la banca normalmente, fuera del programa Fogape, también se podría ver un alza en precio debido a que ya no sería tan fácil para las entidades acceder a las facilidades de liquidez del BC, producto de que los colaterales se les están acabando. La diferencia con Fogape, donde podrían no prestar más recursos algunos bancos, radica en que se fijó la tasa en tasa de política monetaria+3% para estos créditos a las pymes.
Sube el riesgo
En paralelo, los efectos negativos de la pandemia sobre la economía sigue afectando los resultados, la actividad y los niveles de riesgo de los bancos.
Según reportó la Comisión para el Mercado Financiero, en julio los préstamos a empresas crecieron 11,99% en 12 meses, por debajo del dato de junio. En tanto, la cartera de vivienda registró un incremento de 6,84%, inferior al mes anterior (7,80%) y consumo cayó por quinto mes consecutivo, registrando un retroceso de 8,85%.
Así, la industria trepó 7,21%, pero sin considerar los créditos covid-Fogape, las colocaciones del sistema bancario habrían crecido 3,18%.
Según la Asociación de Bancos, en julio el gasto en provisiones mostró “aumentos importantes en las carteras comercial y de consumo, como una forma precautoria de la banca ante el complejo escenario económico. En julio, el gasto acumulado en 12 meses de la cartera comercial ascendió a 1,22% de la colocaciones y en el segmento de consumo alcanzó 7,20%, superando ampliamente el promedio de los años 2013-2019”.
En este escenario, el resultado acumulado de la industria alcanzó los US$ 567 millones, retrocediendo 74,76% respecto de 12 meses atrás.