Barómetro Unab: escenario económico parte el 2024 más deteriorado que al cierre del año pasado
El barómetro en general, incluyendo todos los factores, pasó de "bien y mejorando" en diciembre, a la peor "mal y empeorando" en enero, por lo que el informe concluye que la economía actual es negativa y frágil.
El Barómetro de la Economía Chilena elaborado por el Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Andrés Bello, apuntó a un mal comienzo del 2024 con “pésimas señales para la recuperación de la economía nacional”, afirmó la institución. Así, expresaron que la condición de la economía del país es negativa y frágil.
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El indicador diseñado por el instituto contempla 24 variables situadas en un plano que las clasifica entre “bien y mejorando”, “bien pero empeorando”, “mal pero mejorando”, y “mal y empeorando”, con tres subcategorías: expectativas, situación macroeconómica y situación de los consumidores.
El barómetro en general, incluyendo todos los factores, pasó de la mejor de las afirmaciones en diciembre (bien y mejorando), a la peor de ellas en enero (mal y emperorando). Esto, impulsado principalmente por los subíndices de expectativas y situación macroeconómica, con cambios negativos de cuadrantes.
El subíndice de expectativas, que reúne las variables de confianza de los consumidores, confianza empresarial, IPSA, el spread soberano y la incertidumbre económica, pasó de estar “bien, pero empeorando” a “mal y empeorando”, lo que se debe la evolución negativa de la confianza tanto empresarial como del consumidor. Este último tuvo una caída de 41,5 puntos.
Asimismo, destacó negativamente el IPSA, que el 12 de enero anotó 6.029 puntos, aún por debajo del crecimiento promedio de los meses previos. Pese a esto, el riesgo país y la incertidumbre económica evolucionaron de forma positiva.
La situación macroeconómica, compuesta del Imacec, la deuda neta del gobierno central, el dólar, el precio del cobre, las exportaciones y la inversión extranjera directa, también tuvo un movimiento negativo en términos generales, pasando de “bien y mejorando” a “mal y empeorando”. Lo anterior se debe al mal desempeño del dólar, que alcanzó los $911 el 12 de enero, y las exportaciones.
Estas últimas disminuyeron su flujo en diciembre en comparación al 2022, con un caída de 15,2% en la minería, de 16,5% en el sector agropecuario-silvícola y pesquero, y de 10,8% en el área industrial.
El subíndice de situación de los consumidores, en tanto, recoge a la inflación, los deudores morosos, el saldo cuentas corrientes y depósitos a plazo, la tasa promedio ponderada de créditos de consumo, la tasa promedio de créditos hipotecarios, el desempleo, la tasa de ocupación, la tasa de participación, el índice de remuneraciones reales, la tasa de participación femenina, la creación de empleos, el índice de avisos laborales de internet y la tasa de empleo informal.
Este se mantuvo en el área “bien y mejorando”, con una leve mejora en el desempleo que tuvo una caída en la tasa hasta un 8,7% para el trimestre septiembre-octubre-noviembre.
Sin perjuicio de esto, la tasa promedio de créditos hipotecarios, los avisos laborales y el desempleo empeoran el valor del subíndice de situación de los consumidores, mientras que la inflación y las remuneraciones reales ayudaron a equilibrar favorablemente la situación del índice.
Detalle por cuadrante
En el segmento del plano más negativo, correspondiente a “mal y empeorando”, se ubicó la mayor parte de las variables, abarcando el 33% de ellas. Estas corresponden a la tasa promedio de créditos hipotecarios, la confianza empresarial, la confianza de consumidores, el dólar, las exportaciones, la inversión extranjera directa, la tasa promedio ponderado de créditos de consumo y el índice de avisos laborales de internet.
Aún así, el mejor cuadrante (”bien y mejorando”) ubicó a la segunda mayoría con el 29% de las variables. Estas fueron la inflación, las remuneraciones reales, el precio del cobre, la tasa de participación laboral, el spread soberano, los saldo en cuentas corrientes y depósitos a plazo y la participación laboral femenina.
“Bien y empeorando”, en tanto, concentró el 21% de los indicadores: deuda neta del gobierno central incertidumbre económica, deudores morosos, IPSA y tasa de informalidad laboral. Y por último, el desempleo, el Imacec, la creación de empleos y la tasa de ocupación se ubicaron en el cuadrante “mal y empeorando”, concentrando el 17% de las variables.
Con estos resultados, el subdirector del instituto, Gonzalo Valdés concluyó que “luego de que el año pasado se haya despejado la incertidumbre a nivel constitucional, para este 2024 se visualiza como principal desafío para las autoridades controlar la violencia y el avance del crimen organizado. Los chilenos están viviendo con altos niveles de angustia y miedo, lo que, entre otras cosas, se traduce también en un freno a los proyectos de inversión de largo plazo. Sin seguridad se entorpece el crecimiento y sin crecimiento, se dificulta también la recuperación del empleo”.
Finalmente, agregó que “preocupa la caída en las exportaciones, especialmente en las industrias pesqueras, mineras y silvoagropecuarias. Esto se debe tanto a una base de comparación con un dólar muy fuerte debido a la inestabilidad política nacional el año pasado, como a la inestabilidad internacional debido a los conflictos armados y al débil crecimiento de China. En este sentido, es imperativo que el Gobierno tome medidas para mitigar posibles interrupciones del comercio internacional este año”.
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