Mientras la atención ha estado en los aranceles que aumentan los países desarrollados, así como también otras barrenas al comercio, principalmente entre Estados Unidos y China, nuestro país ha experimentado una serie de medidas para arancelarias con el objetivo de entorpecer más exportaciones. De acuerdo con el estudio elaborado por la Dirección de Relaciones Económicas del Ministerio de Relaciones Exteriores, el año pasado se levantaron un total de 47 barreras no arancelarias a las exportaciones nacionales, lo que se compara con las 44 observadas en el ejercicio previo.
El catastro detalló que en 2017 hubo un total de 21 medidas sanitarias o fitosanitarias y 26 obstáculos técnicos al comercio que afectaron a los envíos nacionales, siendo Argentina y Corea del sur, con cinco cada uno, los países que establecieron mayores trabas, seguidos de Brasil, Perú y la Unión Europea, con cuatro cada uno.
Por lo tanto, medidas proteccionistas no sólo se ven entre los países grandes, existen una serie de elementos que indican que Chile no está ajeno a estas situaciones, aunque con menos estruendo.
Esto debiera despertar una acción planificada por parte del gobierno chileno, con la finalidad de exigir reciprocidad en materia comercial. Chile debe velar por el libre comercio, debe ser contrario al proteccionismo, en términos genéricos, pero con más fuerza en casos particulares en los que se han levantado barreras injustificadas.
Al mismo tiempo, es importante que las autoridades den a conocer qué sucedió con las barreras levantadas en 2016 o los años anteriores y qué gestiones realizaron para destrabarlas.