Un nuevo conflicto llegó a la Fiscalía Nacional Económica (FNE), esta vez entre las botillerías de Chile y los grandes distribuidores de bebidas alcohólicas, particularmente de cervezas.

La razón es que, según la Asociación de dueños de Botillerías de Chile, las principales empresas del rubro estarían privilegiando a los supermercados y a sus sitios propios de distribución online por encima de los pequeños almacenes y expendedores de bebidas, lo que les ha provocado una falta de stock en diversas marcas.

En un intento por visibilizar la situación, la asociación solicitó una reunión con el fiscal Ricardo Riesco, que tuvo lugar el pasado 21 de enero. Allí plantearon, según cuentan desde el gremio, que esta situación data desde septiembre del año pasado.

Foto: Agencia Uno

“Nosotros llamábamos a las distribuidoras y estas nos decían que no había stock ni siquiera de cerveza. Pero claro, a la vuelta de la esquina estaba el supermercado lleno de estos productos. La razón es muy sencilla, a ellos los privilegian, por los acuerdos que tienen”, denuncia Ricardo Oliveros, abogado del gremio.

La asociación acusa que este es uno más de una serie de problemas que han enfrentado en los últimos meses, entre los que se cuentan el toque de queda, las fuertes campañas promocionales de los supermercados y los confinamientos, que han hecho que, pese a que el consumo de alcoholes y bebidas gaseosas ha subido en pandemia, sus ventas bajen.

“Estamos en una situación bastante crítica respecto al abastecimiento a nivel nacional. Lo hemos tenido que resolver como no queríamos: comprando en supermercados. Hay marcas de cerveza de las que no tenemos stock, como Corona, Stella Artois, Andes, Lemon Stone, Budweiser y otras. Todas ellas han tenido quiebres. Pero esos productos sí los veíamos en plataformas digitales que pertenecen a las mismas empresas, además de los supermercados”, asegura Marcial Pérez, presidente de la entidad.

“Hemos enviado cartas formales para preguntarles por el abastecimiento a las empresas, y nos han respondido que el alto consumo y la pandemia han elevado la demanda de los supermercados”, agrega el dirigente, quien además plantea que las grandes cadenas han podido operar de manera más o menos normal durante la pandemia, mientras que las botillerías se han visto afectadas por distintas medidas sanitarias.

Respecto a la reunión con la FNE, los líderes de la asociación le hicieron ver a la autoridad las implicancias de la situación, pero sostienen que “la respuesta no tuvo el mismo sentido de urgencia con el que nosotros plateamos el problema”, según el abogado de la Asociación de dueños de Botillerías de Chile. Esto, debido a los plazos más largos que maneja la FNE para investigar este tipo de casos.

“El fiscal nos dijo que, para abrir una eventual investigación, pasarían entre uno o dos años para recabar los antecedentes, y a partir de allí ver si es posible abrirla o no”, comentó Oliveros, quien aseguró que están además evaluando otras vías legales.

Respuesta de los distribuidores

De parte de los distribuidores, estos insisten en que el problema va más allá de que se esté prefiriendo a un actor del mercado por sobre otro, sino que más bien tendría que ver con el impacto que ha causado la pandemia en la industria.

En una carta enviada por CCU a los botilleros el 19 de enero, tras reunirse con ellos, explicaron que “nos vimos enfrentados a una estrechez en la cadena de abastecimiento de materias primas e insumo. Como es sabido por ustedes este crecimiento de consumo se ha visto reflejado especialmente en el llamado “canal tradicional”, desplazando en las tasas de crecimiento a los canales de consumo y supermercados”.

Mirada similar es la que consignan desde Embotelladora Andina, que distribuye productos de AB Inbev Chile. Aunque también reconocen que han experimentado problemas con el stock, insisten en que esto responde a causas de fuerza mayor y que por eso, la compañía cervecera “está realizando las gestiones para la pronta solución del problema”.

En tanto, Diageo y Capel aseguran que siguen comercializándose de manera habitual más allá de los problemas que la pandemia ha ocasionado, descartando algún tipo de discriminación. DESA tiene un planteamiento similar.